La toxina paraliza la extracción en todos los polígonos de bateas de la ría de Arousa

A. G. / Arousa

La ría de Arousa vuelve a sufrir un nuevo episodio de toxina que ha obligado a paralizar toda la actividad extractiva de mejillón en la totalidad de los polígonos de bateas. En esta ocasión han sido la toxina diarreica (DSP) y paralizante (PSP) las que han invadido las aguas de la ría de Arousa obligando a la Consellería de Pesca a decretar, ayer mismo el cierre cautelar de los cinco polígonos que permanecían abiertos (Pobra A, B y C; Vilagarcía A y Cambados A2 E) en espera de que los muestreos vuelvan a arrojar resultados negativos.

Estos datos han sido extraídos de la página web del Instituto Tecnológico do Mar (Intecmar) ente que realiza los controles de las aguas para determinar la presencia de toxina en las aguas y decretar el cierre de polígonos en caso de ser detectada.

En lo que respecta a otras rías, la de Pontevedra se mantiene cerrada por toxina DSP al igual que la de Vigo, lugar en el que se encuentra el único polígono de bateas que todavía se encuentra abierto en Galicia, el Redondela A, dedicado al cultivo de ostra.

En esta ocasión, el episodio de PSP es el que ha motivado el cierre cautelar de la mayor parte de los polígonos en la ría de Arousa ya que la presencia de DSP sólo se ha detectado en aquellas zonas más exteriores.

El sector vuelve a sufrir un duro revés con este nuevo episodio de toxina, aunque al tratarse de PSP se confía en que remita en los próximos días propiciando la apertura extractiva en los polígonos cerrados entre el viernes y la jornada de ayer.

Desde la principal central de productores de mejillón, Opmega, esperan que no se vea paralizada seriamente la producción, sobre todo porque el episodio de toxina coincide en el tiempo con un puente festivo, el del 1 de noviembre, "cuando la mayoría de las fábricas cierran su actividad". De todas formas, también ponen encima de la balanza la coincidencia en el tiempo con la finalización de la huelga del transporte que afectó seriamente al sector.

Por el momento, descartan que la parálisis en la extracción pueda afectar a la campaña de Navidad ya que ésta no comenzará hasta el mes de diciembre, aunque a muchos se les pasaba por la cabeza en la jornada de ayer lo acaecido durante el invierno de 2003, cuando sólo Opmega dejó de vender durante la Navidad más de cien millones de toneladas del molusco.

El episodio de toxina también coincide en el tiempo con el anuncio realizado por la Consellería de Pesca de crear una línea de ayudas a los mejilloneros cuando su actividad se ve mermada por la marea roja. Así, la propia conselleira se comprometió ante el sector a crear esta línea de ayudas siempre y cuando se dieran una serie de parámetros. Estos serían el cierre durante más de cuatro meses de la actividad extractiva o que coincida el episodio de toxina en un momento en el que las ventas supongan el 25% de la facturación anual.

Por otra parte, la Consellería de Pesca también ha anunciado que peleará por realizar cambios en las técnicas de los bioensayos a petición del sector, que reclama desde hace meses que se reduzca el período de espera de 24 a 12 horas.

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