Mínimo tránsito de camiones por las carreteras de O Salnés a causa de la huelga
Anxo Martínez / O SALNÉS
La huelga del transporte, convocada a nivel estatal, tuvo ayer una amplia repercusión en la comarca de O Salnés. El tránsito de camiones fue prácticamente inexistente, sobre todo por la mañana, y la circulación de furgonetas de profesionales también fue muchísimo menor que en las jornadas de trabajo normales, aunque el paro en este tipo de vehículos no fue tan unánime como en el caso de los transportes pesados.
Con todo, algunos camioneros sí se atrevieron a desafiar la huelga -sólo hubo piquetes a primera hora de la mañana en el vial de Pontevedra y en el de Cambados-, sobre todo con mercancía para supermercados, aunque también se vio algún vehículo con matrícula extranjera. De todos modos, fueron muy pocos los que se atrevieron.
Así las cosas, la huelga de los camioneros se está dejando sentir fundamentalmente en la existencia de mercancías en los supermercados. En algunos establecimientos el aspecto es desolador, sin pescado, ni carne fresca, ni fruta ni productos lácteos.
Durante el fin de semana mucha gente corrió a los supermercados a reabastecerse, por temor a que la huelga se prolongue, y esa mayor intensidad de las compras ha agravado un poco los problemas de existencias de los supermercados.
En estos momentos el servicio de recogida de basuras se sigue manteniendo, aunque no es tan exhaustivo como en las jornadas habituales, y hay algunas calles o aldeas donde las bolsas rebosan los contenedores, porque el vaciado de éstos no se realiza con tanta frecuencia como antes de que empezase la huelga.
La Policía Nacional escoltó ayer un nuevo convoy, de 16 camiones, desde la ecoplanta de Ribadumia hasta Cerceda. Con este traslado, la planta quedó de nuevo vacía, y los concellos pudieron depositar sus escombros.
La huelga también está afectando de modo serio a muchas empresas de la comarca, que o bien se han visto obligadas a recortar la producción, o bien se encuentran con la imposibilidad de atender los pedidos de sus clientes.
Asimismo, en el Puerto de Vilagarcía se ha notado también de modo considerable el parón. Este fin de semana hubo muchas más descargas de las habituales -incluso de noche- para que el paro afectase lo menos posible al traslado de las mercancías.
El sector de la hostelería también padece la consecuencia de loa huelga. Los bares y restaurantes de carretera trabajaron ayer a medio gas, como si en vez de un lunes fuese domingo.
Un comedor como el "Doña Carmen" -situado en la carretera de Vilagarcía a Pontevedra-, que sirve todos los días entre 70 y 90 comidas, sólo preparó ayer 40 mesas. Camioneros y transportistas, que son sus principales clientes, no acudieron ayer a comer, ni a tomar café.
Donde no se notaron mucho las consecuencias de la huelga fue en las lonjas de la comarca. Aunque hay marineros que no salieron a faenar por temor a que por la tarde no hubiese compradores en la lonja, éstos fueron una minoría. En general, hubo parecidas cantidades de pescado y marisco que en otras ocasiones, y también se mantuvieron los precios.
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