Cáritas Interparroquial inaugura su Casa de Acogida de San Cibrán
M. González / vilagarcía
La inauguración oficial de la Casa de Acogida de San Cibrán culminó ayer en Vilagarcía los actos de la XI Convivencia de Cáritas Interparroquial de Arousa, presididos por el Arzobispo de Santiago de Compostela, Julián Barrio Barrio, en la parroquia vilagarciana de Sobradelo.
La Casa de Acogida de San Cibrán, instaurada en un edificio donado a Cáritas por un particular, fue sometida a obras de rehabilitación. Este centro se destina como hogar a aquellas personas que carecen de él, al mismo tiempo que se trabaja con ellas para lograr su plena integración socio-laboral.
La casa, desde la finalización de las obras de rehabilitación hasta su inauguración oficial que tuvo lugar en la tarde de ayer, acogió a un total de veintisiete personas tanto españolas como extranjeras. Actualmente, entre otras actividades se está impartiendo un curso de jardinería al que asisten personas que residen en este centro.
Los feligreses de las veintisiete parroquias de los cinco municipios que están integrados en Cáritas Interparroquial participaron sobre las cinco y media de la tarde de ayer en una reunión de convivencia en la capilla parroquial de San Cibrán. Al finalizar este acto, se trasladaron a la Casa de Acogida donde se procedió a la inauguración oficial, con la asistencia del alcalde de Vilagarcía, Javier Gago López, y el presidente de la Diputación, Rafael Louzán, entre otros invitados.
- Detenido uno de los enlaces gallegos de la banda albanesa que trató de desembarcar 1.100 kilos de cocaína en Arousa
- Un histórico del contrabando ejerció como supuesto enlace de los narcos albaneses
- Detenido por conducción temeraria tras darse a la fuga
- Un cambadés condenado por la droga del «Nergha» recurre y sale absuelto
- Un testamento vital más sencillo en Vilagarcía y O Grove
- La sentencia de San Miguel deja claro que la propiedad es de un particular
- La nueva vida de los bienes de los narcos
- Vilanova, donde incluso la anémona genera más dinero que la almeja