Septiembre está a la vuelta de la esquina. En pocos días llegan los exámenes de recuperación y eso empieza a notarse en el aire. Al menos en el aire que se respira esta semana en el Biblioteca Pública Municipal Rosalía de Castro de Vilagarcía, colapsada de universitarios que apuran las últimas horas de estudio antes de los temidos exámenes.

Desde que a las nueve y media de la mañana se abren las puertas de las instalaciones, ubicadas en la calle Rey Daviña, el tránsito de usuarios que entran y salen es continuo durante toda la mañana hasta la hora del cierre, a la una y media. Y lo mismo ocurre por la tarde, cuando los jóvenes se agolpan en los 152 asientos disponibles desde primera hora.

María, por ejemplo, una universitaria vilagarciana que estudia Derecho en Santiago, ha renunciado a la siesta desde que el lunes la biblioteca empezó a abrir por la tarde. Ella, al igual que Ana, estudiante de psicología, opta por pasar toda la tarde en la biblioteca, que abre de cuatro a nueve, para aprovechar al máximo los últimos días de estudio antes de septiembre.

"En mi casa no estudio bien, no puedo concentrarme", señalaban ayer estos estudiantes que durante las últimas semanas se han convertido en auténticas ratas de biblioteca, pues sólo se levantan del asiento para el merecido café de media mañana o media tarde.

Muchos, como Juan, no descansan ni a la hora de comer y aprovechan las dos horas que pasan en casa para seleccionar apuntes y organizar con tiempo la maratoniana sesión de cinco horas de estudio que le esperan.

En total, según los responsables del centro, son más de 150 los estudiantes -en su mayoría universitarios que rondan la veintena- que pasan por estas instalaciones a lo largo del día.

Unos, como Paula, estudiante de Trabajo Social, sólo la utilizan por la mañana mientras otros se pasan allí dentro todo el día, en sesiones de hasta nueve horas, para poder aprovechar la comodidad de la sala de estudio que la dirección del centro habilitó en la planta baja de las instalaciones con 32 asientos para dar servicio a la creciente demanda.

Una demanda que se ha traducido en un aumento de los usuarios. Así, la dirección de la biblioteca ha notado durante las últimas semanas que los universitarios y opositores que cada día utilizan este servicio municipal están siendo más numerosos que en el mismo período del año pasado y llenan cada día el centro, sobre todo la nueva sala de estudio, que sus inquilinos estivales definían ayer como "el lugar más cómodo para pasar tantas horas".