Manuel Méndez / o grove

Las algas se amontonan en varios puntos del litoral de O Grove sin que, de momento, parezca existir solución posible para acabar con este problema. Concello y cofradía mantienen su pulso y siguen discutiendo quién tiene la responsabilidad y de qué modo podrían eliminarse los residuos orgánicos. Y mientras, enclaves turísticos como A Toxa se ven seriamente amenazados. La imagen de la isla está sufriendo las consecuencias, hasta tal punto que los bañistas deben colocar sus toallas en el monte porque la arena de la playa está cubierta de algas.

Hace semanas FARO publicó la posibilidad de que las algas que cubren los bancos marisqueros de O Grove puedan ser retiradas por las mariscadoras y transportadas por el concello a las canteras propiedad de los comuneros. Pero por el momento parecen no existir avances en estas negociaciones, motivo por el cual las algas siguen acumulándose, causando problemas a los mariscadores y muchas molestias a los bañistas.

El domingo, por ejemplo, la playa de A Toxa situada a la izquierda del puente, en la entrada a la isla, estaba cubierta de "una gran cantidad de algas, y esa imagen volvía a repetirse ayer, aunque en menor medida. La situación está haciendo que los bañistas tengan que colocarse en el césped y debajo de los pinos porque la arena está "impracticable".

La disputa

Fuentes próximas a la cofradía dicen que las algas llegaron allí arrastradas por las mareas, por lo que creen que el responsable de su retirada es el concello. Pero otras fuentes aseguran que las algas fueron intencionadamente depositadas en la arena por miembros del pósito, por lo que sostienen que es la cofradía la que debe retirar los restos.

Las posturas están enfrentadas, por eso algunos creen que "si se establece un plan serio por parte del concello puede encontrarse una solución factible y se acabará con el problema de las algas, el cual está causando una muy mala imagen entre los turistas que nos visitan", mientras otros opinan que es el pósito el que debe buscar alternativas.

Testigos presenciales insistían ayer en que los montones de algas detectados y denunciados en A Toxa son responsabilidad de la cofradía. "Pudimos ver, en varias ocasiones, a gente de la cofradía que limpiaba sus bancos marisqueros y luego tiraba las algas encima de la arena de la playa". Las mismas personas creen que "es muy fácil responsabilizar al concello, pero en la limpieza de O Grove todos tenemos una parte de responsabilidad".

Como se dijo hace días, los comuneros de San Vicente de O Grove no han recibido oferta o planteamiento alguno del concello para trasladar las algas a las canteras existentes en su parroquia, de tal forma que se eliminaría el residuo y, al mismo tiempo, se regenerarían esas excavaciones mineras a cielo abierto.

En la cofradía de pescadores confirman que siguen esperando respuestas por parte del concello y se refieren también a esa inexistente negociación con los comuneros que el alcalde parecía dispuesto a iniciar.

"No sabemos nada, y mientras, siguen acumulándose algas en el litoral", decían miembros del pósito antes de pedir al Gobierno local del PP "algo de celeridad" en este asunto.