Patricia Puértolas / VILAGARCÍA

Las calles de Vilagarcía se llenaron ayer para despedir entre confeti y serpentinas los festejos en honor de San Roque, patrón de la localidad. El tradicional desfile de carrozas, que congregó a una multitud en el casco urbano de la ciudad, y la celebración del Combate Naval, en el que se lanzaban al cielo cerca de 6.000 artificios, pusieron el broche de oro a la semana festiva.

Las reinas de San Roque 2005 y de las diferentes sociedades recreativas lucieron sus mejores galas y una gran sonrisa durante todo el recorrido, que estuvo amenizado con la actuación de los grupos folclóricos "Perla de Arosa", "Froallo", "Rías Baixas"y "San Pedro de Cea".

Las "más bellas" de este año ocuparon un total de ocho carrozas. Por primera vez este año, las adolescentes competían con una carroza de mujeres de mediana edad, lideradas por la presidenta de "Zona Aberta", Sofía Beiras.

Algunos de estos vehículos estaban inspirados en cuentos infantiles, otros adornados con seres mitológicos como duendes y brujas e incluso los hubo presididos por aves o dragones.

La afluencia de miles de personas, que acudieron a disfrutar del evento, volvió a colapsar el tráfico de la ciudad. Una imagen que pudo volver a repetirse por la noche, cuando vecinos y visitantes se daban cita en el muelle comercial para presenciar el siempre concurrido Combate Naval.

Una sesión de fuegos artificiales y acuáticos que estaba previsto que comenzará a las 00,30 horas. Un espectáculo de gran potencia que debía iluminar el cielo de Vilagarcía durante 25 minutos con cerca de 6.000 artificios entre bombas, morteros y otro tipo de foguetes.

Según los responsables de la empresa "Pirotecnia Penide", que organizaron la exhibición por decimocuarto año consecutivo, la explosión de varias bombas de aviso debían marcar el inicio del evento para que a continuación se encendiera un gran rótulo con el lema "Vilagarcía 2005".

Un eslogan al que seguía una primera sesión de fuegos acuáticos y aéreos para convertir la ría de Arousa en un festival de color. Una vez terminada la exhibición aérea, a base de morteros, estaba previsto que comenzara el esperado Combate Naval. Desde el barco, situado en el mar, se luchaba contra el castillo, ubicado en el muelle. Una batalla que esperaba acaparar la atención de los numerosos asistentes durante dos minutos y medio. Por último, el espectáculo se despedía con una gran traca.

La jornada de ayer, la última del calendario festivo, contó además con la actuación del grupo folk "Celme" dentro de la programación de "Albarousa", en la que los asistentes pudieron volver a disfrutar del cordero "ó espeto", típico de las tierras de Moraña, y de una gran queimada. Esta muestra del vino artesanal se clausura mañana. Y en Avenida da Mariña estaba anunciada una verbena.