La remisión de la marea roja en Galicia da un respiro a los productores de mejillón, que estos días aprovechan para extraer la mayor cantidad posible de molusco con el propósito de recuperar el tiempo perdido tras largos meses con sus polígonos cerrados.

La situación es tan propicia que el ritmo de las descargas es frenético en buena parte de los muelles gallegos. Por esta razón en puertos y pueblos como los de A Illa de Arousa se registraron ayer importantes retenciones viarias a causa del ir y venir de camiones que cargan molusco para su transporte a las depuradoras y cocederos.

Las descargas son tan llamativas que incluso se convierten en reclamo turístico. Son muchos los visitantes que toman imágenes o filman en vídeo la labor de los mejilloneros.

El levantamiento de cuerdas y la comercialización del mejillón se intensifica sobremanera en aquellas zonas donde el bivalvo no está desovando, y a partir de ahora ese ritmo de trabajo se seguirá intensificando para llegar a septiembre y al mes de octubre en plenitud de condiciones, sobre todo pensando en el arranque de la esperada campaña en las fábricas conserveras.

Lo cierto es que el fitoplancton tóxico desapareció en casi toda Galicia y apenas mantiene cerrados una docena de polígonos, siendo especialmente preocupante, como de costumbre, la situación que atraviesan las bateas de la ría de Pontevedra.

En este caso están cerrados seis de sus ocho polígonos bateeiros, estando autorizada la extracción de mejillón sólo en el Portonovo A y el Portonovo B.

En la ría de Arousa, la más productiva del mundo en lo que a mejillón se refiere, la situación es ciertamente positiva, sobre todo si se compara con la presencia de marea roja en el primer semestre del año. En aguas arousanas hay un total de 24 polígonos abiertos a la extracción -se incluyen tres dedicados a la ostra- y sólo está cerrado el conocido como Grove C2.

En cuanto a la ría de Vigo, cabe decir que hay diez polígonos abiertos, mientras que permanecen cerrados el Cangas F, el Cangas G y el Cangas H.

De las demás rías gallegas, con menor producción de mejillón, puede decirse que el Instituto Tecnolóxico do Medio Mariño de Galicia (Intecmar) constató la presencia de elevados índices de biotoxinas en los dos polígonos de Ares-Betanzos, en el Baiona A y en el Corme B, de ahí que todos ellos estén cerrados actualmente.

Por último, y siempre en lo referido a extracción de mejillón, están abiertos los dos polígonos existentes en la ría Muros-Noia.