VILLALONGA 1 - 2 PONTEVEDRA

VILLALONGA

Pablo Villar, Caco, Dani, Adrián, Cardeñosa, Quito, Manu Arosa, Fuentes, Laro, Óscar Lago y Saúl. También jugaron: Fernando Barreiro, Óscar Riveiro, Damián, Otero, Miguel, Lozano, Marcos, Cortegoso y Rubén Fernández.

PONTEVEDRA

Paco Bazán, Amaro, Tinaia, Azparren, Organista, Yuri, Fran Rico, Javi Rodríguez, Charles, Álex Díaz y Edreda. También jugaron: Iván Parada, Gerardo, Sito, Vázquez, Tachi, Elías, Manu Rodríguez, Roberto, Luciano, Kelvin y Tiago.

ÁRBITRO: Miñán Fernández, auxiliado por Baltasar González y David Portela.

GOLES: 1-0, m. 14: Saúl; 1-1, m. 30: Yuri; 1-2, m. 54: Kelvin.

INCIDENCIAS: Cerca de 400 espectadores en San Pedro. Se disputó el II Trofeo Electro Villalonga.

Diego Doval / villalonga

Como cabía esperar, el Pontevedra se apuntó la victoria en el preparatorio que le midió al Villalonga en San Pedro tras noventa minutos que se ajustaron fielmente al guión de cualquier choque entre dos conjuntos aún lejos de su mejor nivel.

En su segundo partido de preparación, los granates iniciaron el juego con el objetivo de mantener la posesión e imprimir un alto ritmo, pero ni uno ni otro objetivo fueron llevados a cabo y el cuadro local apenas dejó que incidiera la diferencia de categoría sobre el césped.

Fue precisamente el Villalonga el que abrió el marcador por mediación de Saúl que definió con elegancia un balón que recibió a las espaldas de los centrales.

El tanto sirvió para que el Pontevedra desplegase sus mejores minutos de la tarde. Con el portugués Organista y Charles más activos en el mediocampo el balón se acercó más al área local, concretándose ese dominio con el tanto de Yuri al rematar de cabeza un medido centro de Javi Rodríguez, acción tras la cual el juego volvió a la espesura típica de inicios de la pretemporada.

Los mismos dos equipos, pero 22 jugadores diferentes, trataron de mejorar lo realizado por sus compañeros, pero sin demasiado éxito. La mayor disputa en el centro del terreno fue quizá la variación más significativa mientras ambos porteros veían el juego desde la distancia.

El tanto que decantó el encuentro llegó tras una espectacular jugada del nigeriano Kelvin por banda derecha en la que dejó patente su gran poderío físico y desequilibró de ese modo el choque, si bien Otero pudo empatar en los últimos compases con un cabezazo que fue al poste.