PP-DO: una ciudad bajo tensión

La ciudad de Ourense ha vivido otro año de tensiones propias de unos «amores perros», los del pacto de conveniencia de PP y DO, el partido de Jácome, cuyo acuerdo post electoral de 2023, entre el entonces presidente provincial, Manuel Baltar y el alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome, que garantizaba a ambos la supervivencia de ambos al frente de Diputación y Concello, ha tocado techo en sus desavenencias en 2024, convirtiendo al PP en rehén de las políticas del alcalde, al que tuvo que volver apoyar tras las amenazas de moción de Jácome en la Diputación, generando divisiones en el Partido Popular, entre los que quieren apoyar y los que prefieren «asfixiar» económicamente a un alcalde cuyas salidas de tono, le crispan.

Ni la nueva etapa al frente de la Diputación de Luis Menor, quien además refrendó en julio de este año en un congreso la presidencia provincial del PPdeG por aplastante mayoría, ha conseguido cumplir el encargo de deshacerse de un alcalde que actúa sin consultar ni con sus propios ediles; con decenas de millones de deudas a empresa y concesionarias; sin presupuestos aprobados desde 2020, y que funciona por tanto a con continuas modificaciones de crédito con cargo al remanente, para lo que precisa el apoyo del grupo Popular.

Ourense es el que más demora y deuda tiene con proveedores de los grandes concellos de Galicia

Fracasaron los intentos del PP por imponerse negándole apoyo para darle oxígeno económico a un Jácome crecido, que envió el PXOM a la Xunta sin mostrarlo al resto de grupos; con sentencias de acoso a funcionarios, como el interventor municipal, y cuyos insultos e impagos a los trabajadores municipales provocaron este año la primera huelga general de la historia del Concello de Ourense para pedir como tema principal «respeto» al regidor.

El intento del PP de echar abajo ideas del alcalde, que la oposición llama «ocurrencias» fracasó de forma definitiva en noviembre de este año, cuando Jácome jugó a apoyar una moción fantasma de PSOE y BNG en la Diputación. Jácome ganó la partida del miedo y el PP le apoyará ya hasta fin de mandato.