Resumen 2023 | Economía

El Motor aclara su futuro

La bendición de Tavares a la planta y la llegada de alta tensión dan vía libre a Stellantis Vigo para lograr la plataforma industrial en un año en el que se logró la segunda mejor cifra de producción

Tavares y el resto de altos cargos de Stellantis durante su visita a la planta de Balaídos.

Tavares y el resto de altos cargos de Stellantis durante su visita a la planta de Balaídos. / Stellantis

Adrián Amoedo

Adrián Amoedo

La crisis logística y de escasez de componentes (como los microchips) golpeó a la automoción gallega durante 2023, aunque con menor intensidad. La industria logró sobreponerse y, con Stellantis Vigo al frente, logró resultados históricos. La factoría de Balaídos cerró el curso con su segunda mejor cifra de producción, 531.000 vehículos, a solo unos miles del récord logrado en 2007 (547.000 unidades) y, sobre todo, logró perfilar ya su futuro para la próxima década. En especial en esta recta final del año, en el que se desbloqueó al fin la muy alta tensión por parte del Gobierno y se dio pasos de gigante para adjudicarse la nueva plataforma industrial, la STLA Small, tras ser bendecida la factoría por el propio CEO de la compañía, Carlos Tavares, en su quinta visita a la ciudad.

En el año en el que regresó el cuarto turno (con 600 nuevos empleos) en el Sistema 2 y se lanzó a nivel industrial el restyling del Peugeot 2008, Stellantis Vigo tomó algunas decisiones vitales de cara a su futuro, tanto inmediato como a largo plazo. Así, por ejemplo, se firmó un nuevo convenio colectivo hasta 2027, con mejoras –moderadas– para los trabajadores y que permiten a la planta seguir compitiendo.

Además, se inició la descarbonización de la planta, tanto a través de la instalación de 27.000 paneles fotovoltaicos (con Prosolia Energy) y negociaciones con empresas eólicas para el suministro de energía renovable (aún por concretar), como por su proyecto para dejar de lado el uso de gas, pasando de representar un 55% del “mix” al 8% a final de la década.

Estas acciones buscan reducir también la factura, algo a lo que sin duda contribuirá la alta tensión. La modificación de la planificación eléctrica permitió incluir la nueva conexión con la línea de Atios-Pazos (220 kilovoltios), que se prevé para 2026 y en la que se invertirán 72 millones de euros, una obra crucial para mejorar la fiabilidad del suministro eléctrico y evitar microcortes y paradas en la producción.

La fuerte entrada de las marcas chinas sacuden las ventas y ponen en alerta a Stellantis, que apuesta por intentar replicar su modelo low-cost

La noticia, muy celebrada en la ciudad, saltó días antes de la llegada de Tavares a la factoría. Una visita de carácter interno en la que el CEO del grupo felicitó el buen desempeño de la dirección y de los trabajadores. Aunque no confirmó como tal la nueva STLA Small, que permitirá mantener un sistema de producción biflujo y miles de empleos, sí transmitió personalmente a los sindicatos que la factoría está en condiciones de acogerla, estando solo pendientes de las ayudas del Perte VEC (Vehículo Eléctrico y Conectado). Se espera la resolución de esta segunda convocatoria para las primeras semanas de 2024, aunque por el momento la factoría ya recibió 6,7 millones en la sección de baterías.

Eso sí, pese a las buenas noticias, la automoción tiene ante sí muchos retos y deberes. Para empezar, porque el clúster lleva sin captar un nuevo proveedor desde 2012, más de una década en la que ha habido opciones que, por un motivo u otro, se decantaron por otro territorio, principalmente Portugal. Un caso claro es el las motos eléctricas de Velca, que apuestan por Andalucía; otro, el de la china Citic Dicastal, que tras sondear la comarca de Vigo se decidió por invertir 180 millones en una fábrica de llantas en el municipio luso de Águeda. Más difícil será captar a un nuevo fabricante de coches, como se intentó con BYD, que tendrá en Hungría su primera planta en el continente.

A mayores de este reto, otro de calado será el que tiene que ver con la masiva entrada del vehículo chino en Europa (en Galicia, protagonizado por MG) y con la continua apuesta por lo low-cost. Tavares insiste en la necesidad de adaptarse al modelo de costes chino para poder competir, al tiempo que apuesta por invertir en el norte de África, en Marruecos y Argelia, esta última estrenando fábrica este año. De hecho, el propio CEO avisó a Stellantis Vigo que su competencia ahora está en el Magreb y en Turquía, como desveló este medio.

Precisamente a la factoría de Argelia, Stellantis Vigo comenzará una línea para el envío de 1.000 contenedores al mes con colecciones de la Fiat Doblò para su ensamblaje final allí. Una conexión que se une a la apuesta por el transporte marítimo del grupo, que impulsó nuevas autopistas del mar con Liverpool y con Zeebrugge (Bélgica), que lo hará en enero.

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