Cuatro homicidios que sacudieron la ciudad

Enero de 2022 arrancó con el hallazgo del cadáver del profesor Benito Torreiro en su piso de Areal, al que se sumó la muerte de un matrimonio en Álvaro Cunqueiro, el asesinato de Clotilde por su marido en Tenerife y el de María Jesús en calle Zamora a manos de su vecino

E.V.

Desde el año 2015, Vigo no era escenario de una sucesión de crímenes como los que se tuvieron lugar en este 2022. Y es que no habían pasado cuatro días desde las Campanadas cuando la Policía Nacional hallaba en su domicilio de la calle Areal el cuerpo sin vida del profesor jubilado Benito Torreiro.

Su cadáver fue localizado gracias a un control rutinario de la Guardia Civil en la AP-53 a la altura de Lalín. ¿Cómo se relacionó ambos casos? Los agentes interceptaron a un Audi A-6 conducido por un joven de 21 años llamado David Macía, natural de Lugo.

En el mismo, encontraron un DNI y varias tarjetas de crédito que se correspondían con las de Torreiro. Tras localizar a un familiar lograron acceder al interior del inmueble, donde estaba el cuerpo tendido sobre un charco de sangre. El docente llevaba varios días fallecidos y Macía, pese a negar los hechos, fue ingresado en A Lama.

Tan solo un mes después, en la calle Álvaro Cunqueiro, la Policía localizó los cuerpos sin vida de Francisco Rodríguez y su mujer María Teresa Tizón, un matrimonio que había regresado a Vigo tras muchos años en las Islas. La investigación arrojó que ella mató a su marido de varias puñaladas para terminar luego con su vida ingiriendo pastillas.

A principios de mayo, los vecinos de Teis mostraban su consternación por el crimen de Clotilde Rodríguez a manos, presuntamente, de su marido Ángel Martínez en Tenerife, donde pasaban los meses previos al verano. El juzgado decretó para él su ingreso en prisión provisional.

Por último, en calle Zamora, María Jesús Cruz fallecía de las puñaladas recibidas por su vecino de rellano Pablo P. tras meses de hostigamiento. El hombre habría llegado a mandarle por debajo de la puerta notas de amenaza por los ruidos que aseguraban procedían de la vivienda de Cruz, quien tenía una enfermedad en las manos. También se encuentra en situación de prisión provisional.