El 20 de enero se informaba de la detección en Vigo de los primeros casos de las variantes británica y sudafricana, luego denominadas por la OMS alfa y beta. Mientras que la presencia de la segunda ha sido residual, la primera se hizo dominante en pocos meses.
Vigo fue también la puerta de entrada de la variante “india” delta a finales de abril, cuando se detectaron varios infectados en la tripulación del buque Prometheus Leader, en cuarentena en la Estación Marítima viguesa.
Los dos primeros casos de la variante ómicron se confirmaron en el área sanitaria de Vigo. Así lo anunció el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, el pasado 10 de enero. El origen de los contagios fue un viaje a África.
Novavax, la vacuna “gallega” ya aprobada
Se ha hecho esperar, pero finalmente el 20 de diciembre la Agencia Europea del Medicamento (EMA) aprobó la vacuna contra el COVID-19 de la compañía estadounidense Novavax, cuyo antígeno se lleva fabricando en Porriño desde hace más de un año.
Andrés Fernández, consejero delegado de Zendal, señalaba en marzo a FARO que la empresa fabricaba en su planta porriñesa mil litros de antígeno por semana. Esta vacuna, de plataforma similar a otras tradicionales y basada en una proteína “S” purificada y un adyuvante propio, es más fácil de distribuir por su temperatura de conservación (entre 6º y 8º) y ha obtenido mejores resultados contra la variante ómicron que Pfizer y Moderna, según ha asegurado la compañía con sede en Maryland.