En los primeros compases de la pandemia, a finales de marzo, el COVID-19 obligó a echar el freno a la construcción. Durante varias semanas las palas, excavadoras, camiones y grúas desplegadas por Vigo dejaron de trabajar. Incluso con ese “parón” excepcional, 2020 ha sido un año de grandes obras. No se cortaron demasiadas cintas, pero sí eclosionaron y se afianzaron proyectos públicos que tendrán un impacto decisivo en la ciudad. Cuatro de las más importantes se concentran además en un espacio reducido, entre Gran Vía, Lepanto y Vázquez Varela: Vialia, la Ciudad de la Justicia, la estación intermodal y la reforma del bulevar en la avenida que conecta Plaza de España con Urzáiz.
A lo largo de los últimos doce meses el complejo de ocio y comercio diseñado por Mayne ha ido tomando forma entre Urzáiz, Vía Norte y Lepanto. Los operarios contratados por Ceetrus –la empresa que le está dando forma con una inversión de 95 millones de euros– han levantado ya la estructura y parte de la cubierta. Su objetivo: que abra sus puertas hacia finales de verano de 2021, en septiembre.
A solo unos metros la Xunta trabaja también en la nueva estación de buses, que estará dotada de 30 dársenas para mover una media de 500 autobuses diarios. Su presupuesto ronda los 16 millones de euros y será pieza clave del complejo intermodal, igual que los nuevos accesos que mejorarán la conexión de Lepanto con la AP-9. Los operarios ya han empezado a trabajar en Alfonso XIII, que en breve se liberará de su viejo viaducto.
Calle arriba, en la confluencia de Vázquez Varela, Padre Feijóo y Pizarro los operarios contratados por la Xunta trabajan en otro de los grandes proyectos en marcha en Vigo: la Ciudad de la Justicia. Según detalló en octubre el Ejecutivo autonómico sus planes pasan por que las obras culminen a lo largo del primer trimestre de 2021 para abordar a continuación el equipamiento y traslado del personal judicial.
Muy cerca también el Concello ha completado en 2020 el primer tramo del nuevo bulevar de Gran Vía, dotado de rampas cubiertas. Enmarcado en el programa Vigo Vertical y ejecutado con una inversión de 5,1 millones, las cintas se inauguraron a principios de diciembre con un compromiso del alcalde: “Tendremos más rampas en Gran Vía”.
El Concello ha arrancado también la reforma de Porta do Sol, un ambicioso proyecto que busca peatonalizar la plaza y soterrar el tráfico entre Policarpo Sanz y Torrecedeira. El coste total rondará los 23 millones, que se añadirán a la ola de humanizaciones en diferentes puntos del municipio que se ha mantenido también durante 2020. Sin salir del Casco Vello, la Universidad culminó también los trabajos en su sede de O Berbés.
2020 es además año de obra privada. Se han realizado derribos en Barrio do Cura, Inveravante ha trabajado en el nuevo Hotel Samil y se activaron rehabilitaciones en el Ensanche.
