A final de año, poco después de que se produjese el cambio en el banquillo, tuvo lugar un hecho histórico para el Celta. Después de más de treinta años entrenando a diario en las instalaciones de A Madroa, el primer equipo se trasladó a la Ciudad Deportiva de Mos (bautizada como Afouteza) que inauguró tras más de dos años de obras su primera fase. Tres campos de hierba y un edificio en el que realizarán su actividad el primer equipo ya se encuentran abiertos. Pronto se desplazará también el equipo filial y en un futuro indeterminado deberían hacerlo el resto de conjuntos de las categorías inferiores. Pero para desarrollar todo el complejo el Celta aún tiene que solucionar muchos trámites burocráticos.

La apertura de Mos es la mejor noticia para el club lejos de los terrenos de juego más allá de que una vez más cerró el anterior ejercicio con importantes beneficios aunque la previsión para la temporada en curso es que pierda una cantidad de dinero que estará por encima de los diez millones. Será el primer balance negativo en los últimos diez años. Y por último, Balaídos ha vuelto a ser un punto de confrontación con el Concello de Vigo.

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El Celta de Vigo inaugura su nueva ciudad deportiva en Mos R.C. CELTA