Faro de Vigo

Vigo entre 1903 y 1923

En 1903 se cumplían los primeros 50 años de la publicación de FARO DE VIGO, fundado por Ángel de Lema Marina, y dirigido entonces por su hijo Eladio de Lema Martín. El autor describe a los principales emprendedores pioneros que hicieron posible el despegue de la ciudad

Eduardo Galovart Alcalá del Olmo
Eduardo Galovart Alcalá del Olmo

Médico y creador de Vigopedia

Firmas
Firmas

La ciudad evolucionaba tanto industrial, como social o urbanísticamente. La riqueza derivada de la mejora de la actividad pesquera, la transformación de sus derivados y su comercialización, daban pie a que varias empresas conserveras, astilleros y otro tipo de industrias y negocios se multiplicasen por la urbe y potenciasen su rápido desarrollo.

La mayoría de las fábricas se habían dispuesto a lo largo de un amplio arenal, que desde el puerto comercial llegaba hasta el Monte de la Guía. Sobre sus aguas fondeaban embarcaciones de todo tipo.

Las calles ascendían desde el relleno de la Alameda hasta la cumbre del Castro, donde su centenaria fortaleza presidía vigilante la villa. Las antiguas murallas del siglo XVII habían sido derribadas hacía más de 40 años, y el viejo casco urbano se abría por la Puerta del Sol, hacia el este, y por el Paseo de Alfonso hacia el oeste. La zona del puerto, con sus primitivos muelles, se comunicaba con el corazón marinero de Vigo: el Berbés, donde debajo de los arcos de sus fachadas se resguardaban las traineras. Desde aquí hasta Bouzas, una línea continua de playas, en las que se habían puesto de moda las casas de baños, completaba el litoral de un enclave abierto al mar.

O Berbés, a finales de los años 20 / ARCHIVO PACHECO

A comienzos del siglo XX, la población viguesa superaba ligeramente los 23.000 habitantes. Numerosos edificios de gran tamaño y belleza se iban alzando en las nuevas calles como consecuencia de un grupo de empresarios influyentes que buscaban dejar su huella en la ciudadm y una generación de arquitectos brillantes que se encargaría de plasmarlo.

En 1900 se inauguraba la Escuela de Artes y Oficios, bajo el auspicio de José García Barbón y la factura de Michel Pacewicz. El primero, nacido en Verín, y que como muchos otros de su generación hicieron fortuna en América, terminó afincado en Vigo, donde fue responsable de la apertura de la calle que lleva su nombre, la compra del antiguo teatro Rosalía de Castro (para reconstruirlo tras el incendio que lo arrasó en 1910), además del mecenazgo a comunidades religiosas, hospitales y la casa de la caridad.

Michel Pacewicz había llegado a Vigo desde Francia a finales del siglo XIX y aquí residiría hasta su fallecimiento en 1921. Desgraciadamente, sus restos terminaron en el osario general de Pereiró, debido a su apurada situación económica. Y todo ello a pesar de que, gracias a él, Vigo puede todavía presumir de los edificios más emblemáticos que diseñó: el Hotel Moderno, en el cruce de Policarpo Sanz con la calle Carral, la casa de Paulino Yáñez, con su hermosa galería en la plaza de Compostela, las casas de Oya, también encargadas por José García Barbón (actual Hotel NH) o el precioso chalet para Rosendo Silva, que se conserva en perfecto estado y todavía habitado, en la calle López Mora.

Una impronta similar en la arquitectura viguesa, la dejaría Jenaro de la Fuente Domínguez. Probablemente rivales, él y Pacewicz le dieron la grandiosidad que pasó a tener la llamada “perla atlántica” en los tiempos de nuestros abuelos, para llegar a convertirse en la más importante de Galicia en cuanto a desarrollo urbanístico, industrial y poblacional.

Ángel Urzaiz y José García Barbón

Ángel Urzaiz y José García Barbón

Jenaro de la Fuente era de origen vallisoletano, y se estableció en Vigo a finales del siglo XIX, hasta su defunción en 1922. Su vida recuerda en muchos sentidos a la de Pacewicz y su final parecido en cuanto a su mala situación económica. A él se le deben el Edificio Bonín (1909) en la calle Arenal, las casas para Manuel Bárcena Franco en Policarpo Sanz, esquina Velázquez Moreno (hoy en día edificio de Abanca), el antiguo edificio Rubira en el cruce de Colón (ahora ocupado por la sede del BBVA), el edificio Pardo Labarta en la Puerta del Sol, o las casas para Álvaro López Mora en la calle Colón.

Vigo crecía y, el 30 de abril de 1904, se produjo la anexión del municipio de Bouzas, gracias a la intervención del político Ángel Urzaiz y Cuesta. En estos años Bouzas llegaba hasta la avenida de Beiramar, zona en la que se encontraban varios astilleros, conserveras, etc. Urzaiz, de profesión abogado, ejerció también como periodista. Nacido en el Puerto de Santa María, pasó a ser vigués de adopción por su matrimonio con Adela Cadaval. Fue diputado por Vigo desde 1881 hasta 1923, de manera casi ininterrumpida. Ocupó, además, cargos de subsecretario de Gobernación y ministro de Hacienda en dos legislaturas. En su época se le consideraba una de las autoridades financieras más brillantes del país. Sus buenas relaciones con el rey Alfonso XIII y con el alcalde de Bouzas, con quien compartía partido, harían posible la fusión de los dos municipios.

En estas dos décadas se estrenó el Banco de Vigo, cuyo primer presidente fue el conservero José Ramón Curbera Puig, también responsable de la formación de la Cámara de Comercio. Antonio Alonso Santodomingo, fundó la Metalúrgica, para la fabricación de latas de conserva. Antonio Sanjurjo Badía, los talleres de fundición y los astilleros de la Industriosa. Eugenio Fadrique González creó la Artística, especializada en la impresión de las latas. José Barreras Massó, miembro de otra familia catalana dedicada a la conserva de sardina y a la salazón, pasó a fabricar sus propios barcos en los astilleros Hijos de J. Barreras.

Vista de Guixar, a principios del siglo XX

En el Berbés se amplía el puerto pesquero para facilitar las descargas y las varadas de las embarcaciones. A partir de 1910, el ingeniero Eduardo Cabello comenzará a diseñar la ampliación del puerto comercial, que se irá realizando por fases sucesivamente, con algún contratiempo como el del invierno de 1922, en el que, tras un fuerte temporal, dos trasatlánticos fondeados perdieron las amarras y batieron contra el muelle de piedra de la Laxe y el de hierro del Comercio, quedando ambos inutilizados.

En esta misma zona portuaria se abrió el nuevo mercado de la Laxe en 1903, para la venta de los productos relacionados con el mar, que hasta entonces se realizaba al aire libre en plazas como la de la Princesa o la Puerta del Sol. Posteriormente, en 1908, se abrió otro en el Progreso.

El tranvía circuló por primera vez por las calles viguesas en agosto de 1914. Un grupo de empresarios con Martín Echegaray (dueño de la isla de Toralla en ese momento) y Manuel Losada, un indiano de regreso a su Gondomar natal, habían formalizado la constitución de la Compañía de Tranvías Eléctricos de Vigo, en una reunión en dicha isla en 1911.

Todo este desarrollo se tradujo a la vez en la vida cultural, social y deportiva local. En 1906 se creó la sociedad deportiva del Club Náutico de Vigo. En este mismo año se inauguró el nuevo Café Colón en la calle Velázquez Moreno, un lujoso local lugar de moda a lo largo de estos años. Surgieron otros cafés similares como el Méndez Núñez, el Suizo o el Universal, este último con una terraza en la que las orquestas deleitaban a los vigueses frente al mar. En 1917 se inauguró el magnífico cine Odeón en la calle Urzáiz, hoy desaparecido como muchos otros. En 1905 se disputó en el relleno de la Alameda el primer partido de fútbol del que hay registros, entre los jugadores del acorazado inglés Exmouth y el Exiles Cable F. C. formado por trabajadores del Cable Inglés, que vencieron por 3-0.

Colegios religiosos

El crecimiento demográfico propiciará que las órdenes religiosas, principales responsables de la enseñanza en estos años, fuesen estableciendo sus colegios en la ciudad. Probablemente el más antiguo lo fundaron en el barrio del Arenal las Hijas de San Vicente de Paul, inicialmente para huérfanos. Un poco después, la orden de San José de Cluny estableció su primitiva escuela en la calle Real, que luego cambió de ubicación a medida que fueron creciendo el número de alumnos. Los jesuitas construirán su centro en el barrio de Teis en 1916, en la llamada finca de Bellavista. Posteriormente lo harán los Maristas, con su colegio en la zona de la Areosa en 1927, aunque desde 1913 impartían sus clases en la Casa Bárcena.

En 1922 empezó a funcionar el nuevo hospital municipal con el traslado de los pacientes del antiguo hospital Elduayen, situado en la zona del Carmen, donde hoy ésta el Polideportivo Municipal. Serían los Pabellones Sanitarios en el Regueiro, germen del actual Nicolás Peña.

En los años del terrible conflicto que supuso la Primera Guerra Mundial, en la que España permaneció neutral, Vigo se convirtió en un puerto estratégico debido a la confluencia en la localidad de las empresas del Cable Alemán y del Cable Inglés, vitales para la transmisión de información telegráfica. De igual forma, su ría constituía un lugar de resguardo para barcos y tripulaciones. Varias maniobras de la escuadra inglesa se habían desarrollado en sus aguas. Once barcos alemanes y austrohúngaros pasaron la guerra sin poder salir de la ría y miembros de sus tripulaciones actuaron de informantes. Los consulados británico, francés, holandés o alemán contaban con una red de espías que observaban los movimientos navales e informaban a sus embajadas. La villa se convirtió en una “Casablanca” de la célebre película, por la que pasaban figuras como la holandesa Mata Hari, que trabajó para el servicio secreto alemán y que se alojó hasta cuatro veces en el desaparecido Hotel Continental de la calle Laxe, la última dos meses antes de ser detenida para posteriormente ser fusilada en Francia.

El mítico Hotel Continental

El mítico Hotel Continental

En 1923 se mezclaron por primera vez los caminos de dos referentes en la ciudad. Ambos sirvieron para colocar a Vigo en donde está hoy en día. Ese año, y cerrando las dos décadas descritas, se cumple el 70 aniversario de FARO DE VIGO, y unos meses antes, el 10 de agosto, nace el Real Club Celta de la fusión del Sporting Vigo y del Real Fortuna. Su primer presidente sería Manuel Bárcena Andrés, conde de Torrecedeira. Un famoso periodista deportivo de la época, Manuel de Castro, más conocido como “Handicap”, había facilitado la unión de los dos clubes hasta entonces rivales. Empezaba así una historia tan ligada a estas páginas desde aquellos “felices años 20”…

stats