Faro de Vigo

Luz y taquígrafo a través de tres siglos

Desde aquel 3 de noviembre de 1853 FARO DE VIGO se ha convertido en referente informativo sin dejar de adaptarse y evolucionar de la mano de las nuevas tecnologías

A. Chao
Alba Chao Firmas
Firmas

“Oye Siri, ¿cuáles han sido las noticias más importantes del día?”, “Alexa, ¿qué ha pasado hoy en el mundo?”. Teclear en un buscador de internet, utilizar un asistente de voz o recurrir a las redes sociales para localizar aquellas noticias que necesitamos manejar es algo que hoy, en 2023, está al orden del día. Aunque forman parte de la historia reciente, ya resulta difícil imaginar la vida en general y la comunicación en particular sin el protagonismo de las TIC.

Sin embargo, contar con 170 años de historia permite echar la vista atrás. Muy atrás. Tanto como hasta un 3 de noviembre de 1853. Ese día culminaba el proyecto que meses atrás germinaba en la mente de José Carvajal Pereira y al que se le sumaron Joaquín Yáñez Rodríguez y José María Posada Pereira: el primer FARO DE VIGO salía a la calle, una hoja volandera de cuatro páginas impresa en el pequeño taller tipográfico propiedad de Ángel Lema y Marina.

03/11/1853 - Reproducción de la primera portada de Faro de Vigo

03/11/1853 - Reproducción de la primera portada de Faro de Vigo

En aquel primer número FARO se definía en su cabecera como “un periódico mercantil, agrícola e industrial” con periodicidad bisemanal. En su contenido quedaba patente el interés por la información marítima y política además de la vocación de servicio a los 6.000 habitantes con los que contaba Vigo por aquel entonces.

Poco después, la buena acogida y la evolución de la ciudad desembocó en un incremento de la periodicidad. Ya en 1879, coincidiendo con el traslado de su sede a la calle Príncipe, aumenta su formato y comienza a editarse diariamente desde el 7 de julio.

Desde entonces, el diario se convertía en referente informativo a través de tres siglos: en sus páginas se contó la guerra de Marruecos, la guerra de Cuba, la dictadura de Primo de Rivera, la proclamación de la Segunda República, la Guerra Civil o la victoria de Franco.

Precisamente, en plena dictadura, allá por el 1949 con Francisco Leal Insua como director, FARO apuesta por aumentar el número de redactores dedicados a la información local, se refuerzan las páginas de opinión y el reportaje. En un ejercicio de arrojo y libertad se confecciona una lista de colaboradores que no contaban con la simpatía del régimen. Encontramos entonces las firmas de Álvaro Cunqueiro, Francisco Fernández del Riego o Celso Emilio Ferreiro.

01/05/1928. Celebración del primero de mayo con un grabado de Federico Ribas

01/05/1928. Celebración del primero de mayo con un grabado de Federico Ribas

La muerte del caudillo, la transición y la consolidación de la democracia se dieron la mano con la información de proximidad, buque insignia de FARO. De hecho, para reforzar este compromiso con Galicia, las dos últimas décadas del siglo XX vieron cómo el periódico se multiplicaba por cinco con la aparición de las ediciones: Ourense (1983), Arousa (1993), Pontevedra (1993), O Morrazo (1998) y Deza (1999). Fue por esa misma época, concretamente en el 1986, cuando FARO se incorpora a Prensa Ibérica. La familia del grupo líder aumentaba, y lo seguiría haciendo con la fundación de La Opinión de A Coruña en el 2000, también con la incorporación de Zeta en 2019 y, en 2023, El Correo Gallego.

Si el decano siempre ha sido pionero en cobertura informativa, no lo ha sido menos en cuanto a la tecnología. Pocos podían imaginar que la humilde prensa usada en el 1853 terminaría convirtiéndose en una gigantesca rotativa fruto de la más avanzada tecnología japonesa.

Desde la perspectiva de hoy, en la época de internet y la inteligencia artificial, cuesta figurarse las condiciones de trabajo en pleno siglo XIX. Quizá unos datos basten para aproximarse a la épica de la época: el telégrafo llegó a la ciudad cuatro años después del lanzamiento de FARO, la luz eléctrica se inauguró en la ciudad allá por 1896, es decir, cuatro décadas después de que el periódico comenzase a editarse. Tan solo siete años antes habían llegado los primeros -y contados- teléfonos.

Por las instalaciones de FARO fueron pasando las fieras de cada época en cuanto a impresión: “Minerva”, “Eureka”, “Duplex”, “Koening&Bauer”, “Schwartzkopf”… hasta la Mitsubishi actual, modelo “Euro-M”, con una capacidad de tirada de 70.000 periódicos por hora a doble producción.

Perspectiva de la sala de máquinas planas y rotativas de Faro de Vigo, en 1927

Y llegó la digitalización

FARO despedía el siglo XX con la impresión diaria de seis ediciones y con el reto para el XXI de consolidar su edición digital. 25 años en una singladura de 170 pueden parecer insignificantes, sin embargo, en el caso de farodevigo.es lo suponen todo.

Esos seis periódicos se han convertido en todos los que dicta la actualidad. El rigor y la inmediatez marcan el rumbo de una web que no ha dejado de crecer.

Cuando dominaban los tipos y las ‘fotografías’ aún eran grabados, parecía imposible vislumbrar tan siquiera el producto multimedia que hoy cualquier usuario puede recibir en sus dispositivos. Galerías de imágenes, vídeos, gráficos interactivos y un sinfín de recursos que facilitan a los lectores la interpretación de la realidad.

Todos los esfuerzos depositados en farodevigo.es se reflejan en su audiencia. En los 10 últimos años el promedio de usuario mensuales que se conectan a la edición digital se ha multiplicado por seis, superando los 9,5 millones según Google Analytics y alcanzando cifras de récord puntuales que han superado el millón y medio de lectores en tan solo 24 horas.

En julio de 2022 se convertía por primera vez en la web informativa gallega más leída según el Comscore, auditor oficial de audiencia digital en aquel momento. En marzo de este año batía su propia marca con más de 7,5 millones de navegadores mensuales según el mismo medidor.

Las redes sociales se han convertido en otro pilar fundamental. Los perfiles de Facebook, Twitter e Instagram de la cabecera llegan a 328.000, 186.000 y 73.000 seguidores, lo que supone un incremento de un 14%, 11% y 21 %, respectivamente, en los últimos dos años. También aumenta la presencia en espacios más profesionales como LinkedIn con un crecimiento del 52% hasta los 15.000 miembros de la comunidad o Telegram, cuyo canal cuenta con casi 8.000 participantes.

Hacer balance cuando se soplan tantas velas no es sencillo, y posiblemente resulte innecesario. Siempre habrá luces y sombras, y así debe ser. Ya lo dijo Einstein -disculpen la falta de originalidad en favor de la pertinencia-: “Los que nunca han cometido errores es porque nunca han intentado hacer cosas nuevas y diferentes”. Es por esto que, en FARO DE VIGO, cumplir 170 años nos invita a pensar en nuestros siguientes pasos, en cómo evolucionaremos y en qué nos transformaremos, pero siempre con unos pilares sólidos e inquebrantables: el rigor y la libertad al servicio de nuestro territorio y nuestros lectores

15/03/2020. Primer confinamiento a causa de la pandemia por COVID

15/03/2020. Primer confinamiento a causa de la pandemia por COVID

El desafío de la pandemia

“En el día de hoy, acabo de comunicar al Jefe del Estado la celebración, mañana, de un Consejo de Ministros extraordinario, para decretar el Estado de Alarma en todo nuestro país, en toda España, durante los próximos 15 días”. Era el 13 de marzo de 2020 y Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, pronunciaba estas precisas palabras que pasarían a la historia.

Esas dos semanas que pronosticaba se convirtieron en meses y, con ellos, el COVID planteaba un nuevo desafío: el de seguir informando. Más que nunca, FARO tenía el deber de salir a la calle y contar en tiempo real a través de su web el devenir de la pandemia.

En tan solo tres días -entre el 13 y el 16 de marzo- el decano superaba este nuevo reto. Más de un centenar de redactores, fotógrafos, diseñadores y maquetadores pudieron desempeñar su trabajo de manera telemática. No solo ellos, también el medio centenar de trabajadores de otros departamentos que completan la plantilla.

El tiempo para lograrlo fue escaso y los recursos limitados para cubrir a tal número de empleados. La responsabilidad, con la información pero también con los trabajadores, pesó más.

El resultado de la carrera contra reloj, no faltar ni un día a cada cita en papel y web para sumar al haber del decano la cobertura de otro episodio de nuestra historia.  



stats