Pocas cartas de presentación tan elocuentes como su título en España, con buscados ecos a "Los Angeles Confidencial". Como su homóloga americana, "El Cairo Confidencial" es una soberbia muestra del nuevo cine negro, que es a su predecesor lo que el western crepuscular a las películas de John Wayne. Cada una entiende el glamour de manera diferente, pero ambas utilizan el crimen como excusa para dibujar una sociedad que tiene más sombras que luces y para abordar uno de los grandes temas de la humanidad: el poder. El director es de origen egipcio pero sueco y su tarea tras las cámaras apela a la eficacia nórdica y a la frialdad bestial de sagas como "Millennium".
El cairo confidencial