La primavera es imprevisible y la de este año de una manera especial. La lluvia se resiste a batirse en retirada, pero no importa. Las mejores firmas llegan con una auténtica batería de gabardinas con toda clase de detalles que las hacen diferentes.
El PVC es tendencia esta temporada. Se llevan los trench transparentes con cinturones y las prendas con mucho colorido que combinan genial con los vestidos y trajes más primaverales. Con unas buenas botas y un chubasquero no hay por qué renunciar a vestir la ropa de actualidad, en esos colores pastel que ya no desaparecerán de las calles a lo largo de todo el verano.
Amarillos, verdes y rosas también se conjuran para combatir a esa benéfica agua que parece caer sin cesar. Aun sin saber el pronóstico del tiempo, los diseñadores que marcan la pauta ya dictaron sentencia hace unos meses cuando presentaron sus colecciones. Se imponen los impermeables ligeros con capuchas; anoraks o chaquetas de cuero para las temperaturas más frescas, telas de gran caída y fluidez y cazadoras bomber de tejidos brillantes. Este particular retorno a la estética de los 80 está propugnado por casas como Chanel, Oscar de la Renta y Calvin Klein, sin olvidar a la británica Burberry, que en esta ocasión hace una reinterpretación muy particular de su clásica gabardina camel.
Como ya es habitual, las firmas de moda asequible ya lucen en los escaparates sus propias versiones de estas prendas que además de proteger del frío y de la lluvia aportan un toque distinguido al atuendo.
Los nuevos trench van genial con esos trajes sastre que marcarán la temporada y que se caracterizan por las faldas a media pierna y los pantalones anchos en todas sus versiones.
Marc Jacobs propone telas de suave caída y tonalidades monocolor. Por la noche no puede faltar el bling-bling.
Las lentejuelas se cuelan en toda clase de prendas y la moda vaquera también da el salto a las fiestas nocturnas, que se celebrarán con o sin lluvia.
