A Prince le encantó la profundidad con la que canta Ana Moura cuando la escuchó por primera vez. Y el color de su voz. Trabajaron juntos varias veces. Los Rolling Stones, Caetano Veloso o Gilberto Gil también le pidieron compartir escenario. Considerada hace años como una de las nuevas fadistas, Moura triunfa por escenarios de todo el mundo con un estilo muy personal, que a veces suena a soul, a Angola, a rock... 'Moura' es precisamente el título de su último trabajo, que trae a Ferrol y Pontevedra este fin de semana, para continuar la gira por Portugal y Estados Unidos.
- Actúa de nuevo en Galicia, ¿percibe una conexión especial con el público gallego?
-Sí. Es fabuloso para los artistas portugueses. Yo hablo con muchos cantantes de mi país y todos me dicen: sentimos que son como portugueses, adoran nuestra música.
- ¿Se nota la proximidad y el pasado histórico común?
-Exactamente. Se nota.
- 'Moura', su último trabajo, fue Disco de Oro en muy poco tiempo. ¿Se atrevería a decir por qué?
-Confieso que no tenía ni idea. Las personas han recibido muy bien este 'Moura'. Estoy muy feliz.
- Y justo el anterior trabajo, 'Desfado', es el disco más vendido en Portugal en los últimos años. ¿Le supuso mucha presión al crear 'Moura'?
-Con 'Desfado' experimenté una libertad tan grande, tan especial, que quería seguir trabajando con esa libertad. Sin pesos sobre mí. Cuando grabé 'Desfado' no tenía idea de que la gente lo iba a recibir tan bien. Era un disco de una fadista, con una mezcla de músicas que no suele gustar a los ortodoxos. Por eso fue una sorpresa.
- ¿El gusto del público condiciona la libertad creativa?
-Obviamente yo quería que a las personas les gustase. Pero experimenté esa libertad que quiero tener.
- Con 'Moura' recuperó el fado danzado, el más alegre...
-Sí. En el siglo XIX el fado fue danzado. Después caminó más hacia lo triste, lo profundo... Pero también puede ser alegre. Me gusta que la gente responda a lo que es: si es bailando, bailando... si es llorando, llorando.
- ¿Cómo será el próximo?
-Aún no sé. Tengo ganas de cosas distintas en estos momentos. Está en una fase muy embrionaria, por decirlo de algún modo.
- ¿Le costó llegar hasta este punto en cuanto a estilo musical?
-Era mi intención buscar mi propia identidad. A medida que fui creciendo fui descubriendo mi espacio y se nota en los distintos álbumes.
- ¿Qué cree que tiene de especial?
-Supongo que mi voz. Las personas se refieren a mi voz como un timbre que no es muy habitual. Hay muchas cantantes con voces más agudas, más limpias... También me dicen que soy una cantante contenida y esa contención se percibe en el canto. Mi voz es mi identidad como artista pero también mi alma, que es lo que más me diferencia.
- Llegó a actuar con los grandes: Prince, Rolling Stones, Caetano Veloso, Gilberto Gil, Herbie Hancock... ¿llamados por el poder de su voz?
-Prince siempre que hablaba de eso destacaba la profundidad de mi canto y el color de mi voz.
- Además del fado, que es la esencia, hay algo en su estilo de soul, de música angoleña...
-Si, tengo muchas referencias de grandes cantantes, como Nina Simone. Además, mi madre nació en Angola y en mi casa siempre había música. Crecí escuchándola. Mi padre tocaba la guitarra y cantaban angoleño. De ahí mi gusto por la música antigua de Angola.
- En su último trabajo aparece una mariposa. ¿Significa renovación?
-Sí. Lo que quería transmitir es la transformación que experimento en cada disco. Y es esa sensación de experimentación y libertad que tuve con Desfado la que quiero mantener. La mariposa simboliza esa metamorfosis.
- Con todo el movimiento que se percibe en la actualidad de reivindicación de la mujer, ¿cree que las fadistas se anticiparon, como feministas que eran?
-Creo que sí. Años atrás, en una época en la que las mujeres eran muy sumisas, las fadistas eran muy fuertes. Es necesario ser muy fuerte para tener el coraje de dar un paso al frente y compartir la diversión. Porque el fado es eso, transmitir y compartir emociones. Y para hacer eso hay que ser muy fuerte. Por lo tanto eran mujeres fuertes y feministas.
- Y esa capacidad para compartir emociones a veces no era bien entendida...
-En esa época, en Portugal, todo aquello que envolvía el universo de las fadistas, como las casas de fado, se cuestionaba muchas veces... El hecho de que una mujer cantase por las noches en las casas de fado no siempre era bien visto... Precisamente hay un fado, que se llama 'A Fadista', cuya letra habla de eso.
- Ah, sí... "Vestido negro cingido, cabelo negro comprido e negro xaile bordado..." , empieza... Cambiando de tema, ¿qué no perdona cuando viene a Galicia?
-Me gustaría tener más tiempo porque siempre vengo bastante justa, para actuar. Me encanta la comida: tengo en mente un restaurante pero no me acuerdo del nombre ahora mismo. En general me gusta esta tierra.
