Si se mira el mundo a través de los ojos de un niño que es amado, no puede ser feo, aunque viva en el extrarradio de ese con el que sueñan otros niños, Disneyworld, y su día a día recuerde al del Lazarillo. Esa es "The Florida Project". Hace más de una década que "Little Miss Sunshine" nos regalaba un soplo de aire fresco y esa brisa "indie" se nota en esta maravillosa e imprescindible obra, que desprende también una calidez pegajosa, de pieza facturada con mimo para ser admirada. Sean Baker, que transmite con autenticidad la infancia gracias al talento de Brooklynn Prince, lima las aristas de un ecosistema marginal e inhóspito y consigue convertir un motel de segunda en un palacio, guardián incluido.
The florida project