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Alto en el Camino

La ruta jacobea en El Bierzo leonés tiene joyas como Molinaseca, localidad llena de sabor medieval. Declarada conjunto histórico-artístico, la huella peregrina late en sus calles y monumentos

Vista de la localidad, con el Puente de los Peregrinos a la entrada. / mapio.net-Derek Emson

Además de ser paso obligado de la ruta jacobea, Molinaseca invita a hacer una parada demorada para conocer su historia. Los romanos construyeron un puente sobre el río Meruelo que atraviesa la villa, llamado más tarde Puente de los Peregrinos, uno de los emblemas de la localidad. Las casas nobles con escudos y las calles típicas bercianas muestran un enclave con un gran pasado, que conserva todo su esplendor medieval.

Destaca la calle Real, también conocida como calle de los Peregrinos al formar parte de la Ruta que transcurre en dirección a Compostela. En esta arteria principal de edificaciones con dos plantas se encuentra también el Palacio de los Balboa y un interesante crucero al final, el del Santo Cristo. Se levanta sobre un pedestal de planta cuadrada y cuatro escalones de granito. El origen jacobeo de la villa marca la distribución lineal en forma de lanza, característica de este tipo de asentamientos.

Son numerosos los monumentos que se pueden visitar. Por el puente romano llegan los miles de peregrinos que se dirigen a Santiago. Se trata de un viaducto de sillería con siete bóvedas por el que se entra a la calle Real. Después de atravesarlo aparecen espléndidas muestras de arte religioso, como el templo de San Nicolás de Bari, emplazado en un montículo, airoso con su elegante torre. Conserva una interesante portada neoclásica, mientras que el interior alberga numerosos retablos barrocos y piezas de notable interés, como la imagen de Cristo Resucitado y la de San Nicolás.

Entre otras construcciones, destaca también el Santuario de Nuestra Señora de las Angustias, una edificación de carácter monumental dedicada a la patrona del pueblo. En honor a esta Virgen se celebra una romería y procesión el 15 de agosto. Se sabía de la existencia de una antigua ermita en el mismo emplazamiento en el siglo XI, sobre la que se levantó un templo, destruido por un incendio en 1512. Su aspecto actual data de principios del siglo XVIII y presenta atrios colaterales, además de un esbelto campanario que tuvo que ser levantado en 1931 para detener el empuje de la montaña que dañaba la iglesia.

Además de sus casas, palacios y pasado, Molinaseca puede presumir de paisaje. El valle del Meruelo es de gran riqueza natural, conserva una historia milenaria y marca el inicio del Camino de Santiago en El Bierzo, por lo que son numerosas las rutas senderistas que se pueden realizar. Una de ellas es la de los puentes de Malpaso, por donde se cree transcurría antaño la vía a Compostela, en la senda que une el pueblo con Riego de Ambrós.

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