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Coque Malla: "Todo hizo que fuera una noche irrepetible"

En su nuevo disco han colaborado Iván Ferreiro, Neil Hannon, Santi Balmes, Jorge Drexler y Dani Martín

Coque Malla (izda.) e Iván Ferreiro.

Por Coque Malla no pasan los años. Los Ronaldos celebran su trigésimo aniversario con la reedición de su primer álbum, aunque él ya no es el chavalín que cantaba con ellos, sino que ha desarrollado una interesante carrera en solitario. Con motivo de la publicación, hoy mismo, de "Irrepetible", su nuevo CD y DVD en directo, recuperamos esta entrevista que concedió cuando se encontraba terminando de mezclar y editar este álbum, grabado Madrid el pasado 6 de junio, y que contiene una emocionante interpretación de "Me dejó marchar" a dúo con Iván Ferreiro. El vídeo en YouTube supera ya el millón de reproducciones. Esta canción aparecía en el álbum "El último hombre en la Tierra", publicado en 2016. Antes, el madrileño dejó por el camino una rareza como "Sueños", un libro-disco fruto de una época insomne, y un disco grabado junto a voces femeninas: "Mujeres". Coque Malla ha construido su carrera en solitario con tiento y paciencia. Y está funcionando.

-"Irrepetible" suena adecuado.

-No era un concierto sin más de la gira, era algo especial, no solo porque se grababa o por los invitados, sino porque además por fin iban a estar las cuerdas y los vientos en el escenario con nosotros. Durante todo el año este y el pasado la gente nos preguntaba: '¿Cómo vais a hacer para llevar este disco al directo, siendo tan importantes los arreglos?', y por fin pudimos dar un concierto con los arreglos; y además con esos invitados tan especiales. Todo hacía que fuese una noche 'irrepetible'. Llamamos así al concierto y no se nos ha ocurrido mejor nombre para el disco.

-Hablando de títulos: "El último hombre en la Tierra". ¿Buscarle nombre al álbum fue cosa fácil?

-El ejercicio que hago casi siempre es buscar entre los títulos de las canciones uno que resuma el disco. La mayoría de las veces aparece; otras no. En "Irrepetible" no hay ninguna canción que se llame así, o en "Mujeres", pero en muchos casos los títulos han aparecido así. Cuando, en este caso, empecé a repasar los títulos y llegué a "El último hombre en la Tierra", saltó la alarma, y dije: "Este es".

- ¿Representaba bien lo que decías en todo el disco?

-Sí, es una imagen bonita, poética,

simbólica y abierta; te puede trasladar a algo apocalíptico, a algo romántico, a la idea de la lucha de un hombre, un ser único? Aporta muchas imágenes. Me gusta que los títulos sean abiertos, que no sean muy claros en lo que dicen. Ha pasado más de un año de su publicación.

- ¿Qué sensaciones tienes ahora?

-Ha sido increíble. No creo que haya sido algo repentino; creo que es algo que desde La hora de los gigantes se venía gestando poco a poco. Los Ronaldos se separaron, y yo empecé desde abajo total, desde cero. No aproveché el éxito de Los Ronaldos para continuar con el éxito y llevarlo hacia otro sitio; empecé como si fuese un chaval que se llama Coque Malla, y mi primer disco era una paranoia muy personal, casi existencial. Empecé en salas muy pequeñitas, con muy poquita gente, ventas de discos inexistentes... Ya empezaban los discos a desaparecer, pero además es que yo me metí por caminos raros. Y, a partir de "La hora de los gigantes", la cosa empezó a cambiar. La gente empezó a entender que yo era otro tipo de artista, distinto al que había sido con Los Ronaldos; la crítica también, y empezó a crecer, a crecer? Y con "El último" ha explotado.

- El primer disco de Los Ronaldos, ahora reeditado, es un documento de unos años más tolerantes... De hecho, muchas de esas canciones podrían verse ahora como políticamente incorrectas. ¿Has aprendido a hablar de una manera no tan visceral?

-No, afortunadamente no he aprendido. Sigo escribiendo lo que me apetece de la manera que me apetece. Para eso está el terreno de la escritura, de la ficción. Ahí no debe haber leyes morales de ningún tipo. Es una canción, una novela, una película... Tú puedes apagarla y quitarla. Creo que aplicar las leyes que se aplican en la vida real a la ficción es peligrosísimo.

- Por un tuit puedes ir a la prisión en estos tiempos...

-Sí, y me parece terrorífico. Me parece como de Orwell o de "Un mundo feliz"; y, además, creo que nosotros mismos lo estamos propiciando. Es increíble lo reaccionaria que se vuelve la gente en Facebook, saca al policía y al juez que tiene dentro en vez de ejercer la libertad que te permite el medio. Eso es terrible, es peligroso, pero es que además esa canción... Me imagino que te refieres a "Sí, sí".

- Sí, claro.

-Era una canción, y lo digo en serio, romántica, donde un chaval llamaba la atención de una chica. No había nada de lo que se le colocó a esa canción. Era un delirio convertir eso en un peligro para las mujeres. Es mi opinión. Quien se sienta ofendido por escuchar esa canción que la quite, pero no tiene nada que ver con, no ya abusos o violaciones, sino ni siquiera con el problema de la desigualdad entre hombres y mujeres, absolutamente nada que ver.

- ¿Hacer canciones es un arte?

-Yo lo veo más como un oficio que unarte. Creo que es un oficio como el de carpintero, de encerrarte en el taller y, venga, a trabajar. Coger la guitarra, darle al lápiz, comerte el coco... Lo que es un arte es que ese trabajo de oficio que haces sea mágico y perdure a lo largo de los años.

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