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Tierra de grelos

Es la verdura típica de la despensa gallega, imprescindible de los platos más emblemáticos. El grelo está en su momento óptimo de consumo, con numerosas fiestas que ensalzan su sabor

Si hay una identidad culinaria en Galicia, aparte del marisco, el cocido y otras viandas, viene a través de los grelos, la famosa verdura imprescindible para elaborar un buen caldo o el lacón. Ahora están en plena temporada y su excelencia se exalta a través de numerosas y concurridas celebraciones por toda la comunidad. Su calidad y especificidad también ha permitido crear una Indicación Xeográfica Protexida (IXP), Grelo de Galicia, que abarca todas las comarcas.

Sean frescos, congelados o en conserva, el sello de la IXP garantiza el origen gallego del producto. La verdura con indicación geográfica Grelos de Galicia procede de las plantas de la especie denominada grelos.gr15, es decir, el nabo. Por eso, la protección no solo abarca los grelos, que son los brotes tiernos de las hojas del nabo que aparecen antes de su floración, sino también las sabrosas nabizas, que se corresponden con las primeras hojas que se dan en el ciclo de desarrollo de la planta.

Basta con dar una vuelta por los mercados locales o por los campos y huertos de todas las localidades para ver este producto profundamente arraigado a la cultura gastronómica autóctona. Son numerosas las refencias a su cultivo a través de los siglos, y es tan célebre que su fama ha traspasado fronteras.

No existe Galicia sin grelos. Sabrosos y literarios, sobre ellos se han vertido ríos de tinta. El conocido Manuel María Puga y Parga, Picadillo, los usa reiteradamente en sus "platos de a pie", mientras que Cunqueiro aporta su conocimiento gastronómico con varias recetas: "Se pueden cocer enteros los grelos, si es que después de cocidos y bien escurridos, se les va a echar una ajada, cosa muy frecuente en el país. Pero hay una receta mejor y que también se usa: se parten los grelos con los tallos -a los que se les quitaron los hilos y se pelaron- y se cuecen. En una sartén se echa manteca de cerdo -o, si se quiere, aceite- y se doran en ella unos ajos. Cuando estén los ajos dorados, se echan los grelos en la sartén y se remueven hasta que chupen toda la manteca o el aceite. Se sirven muy calientes y pueden ir acompañados de huevos fritos".

El grelo es versátil y combina con cualquier plato, además de los propios de la cocina gallega -el caldo, el cocido, lacón?-. Son una referencia continua en la cultura popular a través de cantigas, refranes, frases hechas, dichos y adivinanzas. Grelos y nabizas tienen un bajo nivel calórico y un elevado contenido en fibra, de forma que contribuyen a mejorar la salud y a reducir el riesgo de enfermedades.

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