Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Alfonso Zapico: "La obra se ha escrito desde el espacio común"

El dibujante Alfonso Zapico plasma en "Los puentes de Moscú" un insólito y audaz encuentro periodístico entre el político socialista Eduardo Madina y el cantante abertzale Fermin Muguruza

Alfonso Zapico: "La obra se ha escrito desde el espacio común"

Premio Nacional de Cómic en 2012 por "Dublinés", Alfonso Zapico (Asturias, 1981) publicará en febrero "Los puentes de Moscú" (Astiberri), una novela muy gráfica de la conversación entre el político Eduardo Madina y el músico Fermin Muguruza.

- En contra de lo que sostienen algunos, no todo está inventado... ¿Una novela gráfica sobre un encuentro real entre un político y un músico en las antípodas políticas que saldría en prensa y con el dibujante presente? ¿Cómo surge algo tan audaz?

-Fue idea de Edu Madina, que me dijo que iba a entrevistar a Fermin Muguruza para la revista "Jot Down". Más que una entrevista, una conversación. Me dijo que me cogiera mi libreta y mis rotuladores y que los acompañara, a ver qué salía de allí. Yo conocía a los dos de contextos diferentes, y no lo dudé.

-Madina quería una conversación para encontrar en Euskadi "parte de lo que siempre faltó: escuchar". ¿Se podía aplicar a Cataluña?

-A Cataluña, a España en general, a Francia... En cada conflicto del planeta siempre hay un gran número de gente que da la espalda a otros, que se cierra sobre sus propias convicciones y que no está dispuesto a escuchar.

-¿Se adentró en las redes sociales para sondear las reacciones?

-No mucho. Muguruza y Madina tienen la piel muy dura y están acostumbrados al troleo en las redes sociales. Por separado, ya tienen sus defensores y detractores, esta conversación ha añadido un extra importante. No nos faltarán las críticas y hay que aceptarlo así.

-Creo que Muguruza y Madina eran amigos. ¿Habría sido distinto entre, por ejemplo, un etarra y una víctima?

-En realidad, Muguruza y Madina no eran amigos, de hecho ésta fue la primera vez que pudieron conversar en profundidad y en un contexto de paz en Euskadi. Entre un etarra y una víctima es difícil imaginar una conversación, aunque creo que ya se ha dado alguna, lo que es extraordinario.

-¿Por qué le llamó Madina? ¿Había ya en la petición una idea de convertirlo más adelante en un libro?

-Madina me dijo que le acompañara a Irún, a ver qué salía de aquella conversación. Creo que imaginaba algo más pequeño, una especie de cuadernito dibujado, una pequeña historieta... Al final se nos ha quedado en una novela gráfica de casi 200 páginas.

-¿Se contó todo lo que se habló o hay partes que se dejaron fuera?

-Se contó todo lo que se habló, pero seguro que se hubiera contado mucho más si hubiéramos tenido más tiempo, porque Fermin es un gran conversador y Eduardo sabe escuchar. Tengo la sensación de que había una carga de silencio acumulado de la que los dos deseaban liberarse.

-¿Los únicos blancos y negros de la obra los hay en los dibujos?

-Es una obra dibujada en colores tenues, donde cada vida y cada contexto tienen su tono particular. Hay un color general que compartimos los tres. Hablar de todo lo que ha pasado en el País Vasco en los últimos ochenta años es muy complicado. No sé si el asunto admite extremos. La obra no se ha escrito desde los extremos, sino desde el espacio común.

-¿Hay variaciones en el estilo de "Los puentes de Moscú" respecto a otras obras suyas?

-Es más libro, más abierto. Adiós a los cuadros de las viñetas, a las composiciones de página clásicas y al estilo más formal. Este libro es más libre, con un estilo más libre, quizá porque habla de dos personajes que ansían, sobre todo, libertad.

-¿Calificar el libro de novela gráfica es reduccionista?

-Cada lector puede calificarlo como desee, sólo les pido que lo lean.

-¿Cómo se captura un semblante, una reacción, un gesto, una mirada elocuente sin poder congelarlo como haría una cámara?

-Es más complicado, porque los modelos cambian de postura y se mueven continuamente: beben café, se ríen, alzan las manos... Lo mágico de los cuadernos dibujados es que no capturan un instante, capturan muchos pequeños momentos. No es tan importante ser realista como atrapar un trocito de una conversación.

-¿Cómo lleva el último tomo de "La balada del Norte", su trilogía sobre la revolución de Asturias de 1934?

-El guion está terminado. En cuanto mandemos este libro a imprenta volveré a engancharme a este proyecto y espero terminar en 2019, si no hay ninguna novedad.

Compartir el artículo

stats