Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

VISADOSpielberg declara su amor al papel del buen periodismo

Las dos estrellas interpretan a la editora y al director de "The Washington Post", que en 1971 decidieron apoyar a "The New York Times" y luchar contra el intento de Nixon de restringir la primera enmienda

Meryl Streep encarna a Katherine Graha,, editora del "The Washington Post"; y Tom Hanks a Ben Bradlee, director de ese periódico, en la última película de Spielberg. // Niko Tavernise

Primera lectura de guion en febrero, arranca el rodaje en mayo y en julio ya está lista. Un ritmo de vértigo para una película que ha ganado seis Globos de Oro y que aspira a todo en los Óscar. El próximo martes sabremos cuántas nominaciones logra la última película de Steven Spielberg, que ya cuenta con tres estatuillas de la Academia. Meryl Streep tiene tres (después de veinte nominaciones, el récord femenino). Tom Hanks, por su parte, tiene dos. En total, este trío de ases de Hollywood suma ocho.

Al final del clásico "El cuarto poder", el director de un periódico encarnado por Humphrey Bogart separaba el teléfono de su oreja y hacía escuchar un sonido demoledor al villano que le amenazaba al otro lado de la línea para que no publicara la verdad: "Es la rotativa, amiguito, y no puede usted nada contra ella. Nada".

El gran Steven Spielberg recoge con Los archivos del Pentágono ("The Post") el testigo de aquella carta de amor al papel del buen periodismo de papel con una de sus películas más audaces, combativas y comprometidas. No es el autor de Tiburón un cineasta que frecuente las cimas y simas del mundo político, aunque cuando lo hace los resultados son extraordinarios: véase "Munich". El proyecto le sedujo cuando aún estaba con los planos en la masa de una cinta muy distinta y de gran complejidad ("Ready Player One", ciencia ficción a tope), así que le costó alistarse en una batalla que, a sus 71 años, exigía redoblar esfuerzos sin apenas tiempo para respirar. No es la primera vez que se atreve a hacerlo (montó a distancia el primer Parque Jurásico mientras rodaba La lista de Schindler) pero eso fue en 1993.

Pero cometió un error: empezó a leer el guión de Liz Hannah y Josh Singer (escritor de otra oda al periodismo riguroso y valiente, la oscarizada "Spotlight"). Y se dio cuenta de que no podía dejar pasar de largo esa historia porque, aunque transcurría en la tenebrosa época de Richard Nixon en la Casa Blanca, los asuntos que abordaba son de una incandescente actualidad: los peligros que acechan a la libertad de prensa cuando las garras de alimañas políticas intentan desgarrarla, y, frente a ese acoso, la importancia de unos medios de comunicación serios, rigurosos, independientes y con coraje para plantar cara a los poderes fácticos con presiones tácticas para amordazara los periodistas. Es la rotativa, amiguito...

Activamos la moviola para viajar a junio de 1971. Las aguas políticas bajan turbias en Estados Unidos. "The New York Times", "The Washington Post" y los periódicos más importantes se unen para defender la libertad de expresión e informar sobre documentos comprometedores del Pentágono y el encubrimiento masivo de secretos por parte de los gobiernos durante cuatro décadas.

Spielberg se ha cubierto la espaldas reclutando para su película a dos pesos pesados que, curiosamente, nunca habían trabajado juntos. La camaleónica Meryl Streep interpreta a la editora del "Post" Katharine Graham, y Hanks encarna a su director, el mítico Ben Bradlee. Ambos, a pesar de que el diario atravesaba una época de páginas flacas, decidieron apoyar a sus colegas del "New York Times" contra la intención de la Administración Nixon de asaltar la primera enmienda de la Constitución de Estados Unidos, la que consagra la libertad de expresión.

Documentos filtrados

La publicación de unos documentos filtrados en los que quedaba claro que la administración de Lyndon B. Johnson había mentido descaradamente a los ciudadanos sobre la guerra de Vietnam fue un escándalo que dejó tocado a su sucesor, un personaje que es todo un filón para el cine sobre periodistas (recordemos Todos los hombres del presidente, sobre el Watergate, también con el "Post" en primera línea en 1972). Y para la historia quedó un encendido debate sobre la libertad de expresión culminado por una pugna legal ante el Tribunal Supremo.

La decisión de Graham no era precisamente fácil: estaba en peligro la supervivencia de un periódico con muchos flancos vulnerables. De ahí que la crítica norteamericana hable de la película como la obra más feminista de Spielberg (atención, pregunta: ¿cuántas películas del maestro tienen a una protagonista femenina?), construyendo un retrato entusiasta de una mujer que combate en un mundo esencialmente masculino con un coraje y una determinación admirables, haciendo oídos sordos a los comentarios macromachistas que cuestionaban su capacidad para esa labor.

Los tiempos han cambiado mucho. Muchísimo. Vivimos -sufrimos- la peste de la posverdad, el pus de las noticias falsas, el imperio sin ley de las redes sociales donde la información veraz y contrastada es la primera víctima. La redacción que muestra Spielberg -que ha dicho que de no ser director habría sido periodista- aún tiembla con el latido feroz de las rotativas, los periodistas son un culo de mal asiento que patean bulos en las calles, los cuadernos son las tablets de cada día y no hay internet que valga para documentarse o enviarse documentos. Periodismo puro y maduro.

La crónica de aquellos días que hicieron temblar los cimientos de la Casa Blanca en pos(t) de la verdad es, en planos de un genio como Spielberg, no una evocación nostálgica sobre el triunfo de la verdad frente a los tiburones del poder, sino una llamada de atención en los días de Trump, Putin & Cia.

Arropado por sus inseparables John Williams en la música y Janusz Kaminski en la fotografía, el creador de "Lincoln" rodó con una urgencia juvenil, casi contrarreloj, como ocurre en la misma historia que relata. ¡Paren rotativas!

Un rodaje de vértigo que apunta a los Óscar

  • Primera lectura de guion en febrero, arranca el rodaje en mayo y en julio ya está lista. Un ritmo de vértigo para una película que ha ganado seis Globos de Oro y que aspira a todo en los Óscar. El próximo martes sabremos cuántas nominaciones logra la última película de Steven Spielberg, que ya cuenta con tres estatuillas de la Academia. Meryl Streep tiene tres (después de veinte nominaciones, el récord femenino). Tom Hanks, por su parte, tiene dos. En total, este trío de ases de Hollywood suma ocho.

Compartir el artículo

stats