Los cuentos infantiles pueden ser crueles, pero cuando son niños los protagonistas, hasta las desventuras forman parte de la aventura, sobre todo si implican una dosis de picaresca, como aquella vida bella que proponía Benigni. Todos esos ingredientes están en el libro autobiográfico de Joseph Joffo, que se vio obligado junto a un hermano mayor a huir de su hogar y del peligro que suponía su condición judía. En ese cuento, los padres dejan sueltos a sus hijos en el oscuro bosque de la guerra y del racismo y el proceso que siguen estos jóvenes es como una odisea donde hay cíclopes y sirenas, pero también Ateneas. A diferencia de otras producciones sobre el tema, al traducir al cine "Una bolsa de canicas" Christian Duguay ha optado por un retrato dulcificado, de aristas limadas, conjuntado con una primorosa fotografía.
