El próximo otoño traerá el reinado de la silueta netamente femenina, rediseñada por Lagerfeld para Chanel, con tonalidades como grises y camel en lo más alto de la pirámide del color. La casa de moda francesa también realiza un amplio despliegue de tweed en distintos tonos de azul, como un cielo cambiante, interrumpido por incursiones de marrón y color teja.
A pesar de llevar más de tres décadas en Chanel, el diseñador alemán siempre ha insistido en que es un forastero, si bien esta vez ha decidido rendirse a la ciudad que llama hogar. "Esta colección es una carta de amor a París, hay algo en el aire, y la gente mira ahora Francia con nuevos ojos", apuntó en relación no sólo a la llegada del nuevo presidente, Emmanuel Macron, sino también a un cambio cultural aún indefinido.
Las chaquetas alargadas con hombros redondos difieren bastante de la agresiva silueta de temporadas anteriores. Los nuevos cortes son fundamentalmente curvos, sobre todo en la sastrería, donde las chaquetas redondeadas acompañan a faldas acampanadas. Las plumas hacen las veces de pieles y los complementos recuperan incluso el sombrero plano que tanto le gustaba a Coco.
Celine es otra de las casas que se decanta por recuperar el clasicismo desde la perspectiva del siglo XXI. Las faldas se alargan y la blusas de seda se pegan al cuerpo. Stella McCartney respira aires british por los cuatro costados e impone dos factores clave: los cuadros y la ropa amplia.
En Italia. Pierpaolo Piccioli renueva el romanticismo para Valentino, con la combinación ganadora de rojo y rosa como protagonistas. Los vestidos largos y fluidos van acompañados por abrigos del mismo patrón donde también caben los estampados arty. El libanés Elie Saab también se decanta por el romanticismo y el ballet inspira las faldas de tul y los vestidos de terciopelo y plumas, que se convierten en los protagonistas. Christian Dior encumbra la noche en una de las colecciones más esperadas, firmada por Maria Grazia Chiuri. Después de lanzar la camiseta de la temporada bajo el lema "We Should All Be Feminists" (Todas deberíamos ser feministas), la primera mujer al frente de la Dior retoma su discurso a través tanto de cortes masculinos como de delicados vestidos con transparencias.
