Con "La seducción" Sofia Coppola logró toda una hazaña en Cannes: convertirse en la segunda mujer que recibía el premio a la mejor dirección... en 70 años. Es difícil obviar un aval así al juzgar la película, aunque no basta para eludir odiosas comparaciones con "El seductor". Es indudable que la autora de "Las vírgenes suicidas" es capaz de empoderar más a sus féminas protagonistas, uno de sus grandes méritos, y dotar a la pieza de más matices y un ambiente más sutil y etéreo, que refleja incluso la respiración de la naturaleza al acecho, pero la alianza de Siegel con Clint Eastwood, más sucia y truculenta, desprende con más carnalidad el perfume de lo prohibido.
La seducción