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Las mejores almejas

Los parques de Carril, donde se cria el bivalvo más famoso, son únicos, ligados a una historia que nació hace cinco siglos. El preciado molusco se exalta en otras fiestas próximas, como la de Campelo o A Illa

Almejas braseadas. // Iñaki Abella

Tiene dos conchas, por eso es un bivalvo y de los más sabrosos de la costa gallega y, probablemente, del mundo.Goza de los beneficios de todos los moluscos, esto es, aporta vitaminas y minerales y muy pocas grasas, además de tener propiedades antioxidantes. La almeja vive en la zona intermareal de las rías gallegas, propia de fondos de arena limpia, donde se entierra hasta una profundidad de 15-30 centímetros. Hay mil y una maneras de preparar estos sabrosos productos del mar, aunque como decía el sabio Álvaro Cunqueiro en su libro "La cocina gallega", "cuanto más simplemente se cocinen estas cosas de tan delicado sabor o perfume, mejor es".

Famosa entre famosas es la de la parroquia vilagarciana de Carril, cuyo nombre ha puesto apellido a la almeja más reputada de Galicia, un producto cuya fama ha traspasado fronteras y que se puede degustar en cualquiera de los restaurantes de la villa, unida a Vilagarcía por un paseo peatonal de dos kilómetros que bordea la playa de Compostela y permite apreciar el hermoso paisaje del mar de Arousa. Casa Loliña es uno de sus lugares de culto, un establecimiento que abrió sus puertas en 1939 como taberna de mariñeiros y que andando el tiempo se convertiría en un emblema de la más genuina cocina gallega. La saga perpetúa el buen hacer en los fogones en otros locales como casa Bóveda o Luchana. Aunque en todos los restaurantes del concello la almeja se cocina de forma excelsa.

Los parques carrilexos son únicos en el mundo, fruto del trabajo de los productores y de la historia de una tarea que nació hace cinco siglos. Las parcelas marinas donde se cultiva la preciada almeja ocupan una superficie de casi un millón de metros cuadrados. La primera línea ferroviaria en Galicia entre Carril y Santiago, nacida en 1873, sirvió para que la comercialización de la almeja carrilexa se introdujese en más mercados.

La almeja tiene fiesta propia, además de en Carril, en otras localidades como A Illa o Poio. Aunque también se consumen crudas, como las ostras, pueden cocinarse al vapor o incorporarse como ingrediente en guisos, salsas, arroces o empanadas. Es un producto que permite la creatividad e innovación en la cocina, como en el caso de Julián Domínguez que, desde La Parra de Julián en Vilagarcía, las elabora de numerosas formas, a cada cual más suculenta. Desde las clásicas a la marinera a almejas mar y montaña con cítrico o almejas a la brasa con vinagreta.

Japónicas, babosas, rubias o finas, los bivalvos que se crian en el mar de Arousa son, sin duda, los mejores del mundo. La fiesta que las exalta ya es de Interese Turístico y, como cada año, ha vuelto a demostrar su poder de convocatoria.

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