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Aguas de leyenda

Entre las sierras de Urbión y de La Cebollera se halla la Laguna Negra soriana, un lugar mítico y uno de los espacios con más atractivo turístico del interior de la península

Imagen de Vinuesa con la iglesia en primer plano. // Julián Sanantonio

Vinuesa, a 43 kilómetros de Soria, capital de Tierra de Pinares, conserva un bello burgo de edificios señoriales y está rodeada de espacios protegidos como la Laguna Negra y los circos glaciares de Urbión, una espléndida obra de la naturaleza envuelta por un halo de misterio.

El verde es una constante en esta parte de la Castilla más montañosa. Tanto, que incluso la patrona de la localidad es la Virgen del Pino, cuya fiesta acaba de celebrarse estos días y es conocida como La Pinochada, que recuerda la pelea legendaria con la cercana Covaleda por los límites municipales y los mojones colindantes.

En la capital de Tierra de Pinares pueden verse joyas arquitectónicas como la iglesia parroquial del siglo XVI, dedicada a Nuestra Señora del Pino, el palacete de Don Pedro de Neyla y el Palacio de los Vilueña. Y es que aún conserva un hermoso burgo medieval con edificios de señorío, casonas indianas, un rollo de sillar del siglo XVIII y cuatro ermitas. En la entrada del pueblo se encuentra el puente romano, que con tiempos de sequía queda a la vista, y entonces es posible seguir a pie la calzada romana.

En uno de los ramales viarios que conducen a la Laguna Negra se ha ubicado el Museo del Bosque, un centro expositivo que cuenta entre sus instalaciones con una serrería y una reproducción de una típica cocina pinariega. Se puede ver cómo se cortaba y transportaba la madera de pino albar, conocido como pino Soria, desde el bosque a la serrería. Este recinto acoge también la Casa del Parque del espacio protegido de la Laguna Negra y circos glaciares de Urbión.

La Laguna Negra se ubica a unos 19 kilómetros de Vinuesa, en uno de los rincones más bellos de Castilla. Se encuentra rodeada de grandes farallones de hasta 80 metros de altura, excepto por la orilla sur, que está delimitada por la antigua morrena terminal del glaciar que originó el lugar. El agua tiene un color oscuro por los pinos de las orillas, tonalidad que le ha dado el nombre. Aunque en los últimos tiempos el tono sea más bien verdoso por la presencia de algas que antes no había. Del entorno vegetal destacan ejemplares como serbales, acebos, tejos, o hayas, además, por supuesto, de los pinos. Existe también una gran diversidad de avifauna, y la literatura se ha inspirado en este lugar en numerosas ocasiones. La más conocida quizá sea "La tierra de Alvargonzález" de Antonio Machado, una historia de codicia y herencia por parte de los hijos que arrojan al padre a la Laguna Negra, de la que se dice que no tiene fondo.

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