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Mejillón de Galicia, manjar de reyes

Es versátil en la cocina, sabroso y nutritivo. De la reputación del mejillón gallego ya sabían los monarcas en el siglo XVIII y, hoy como ayer, es uno de los moluscos atlánticos más apreciados del mundo

Sergio Punín, joven valor de la cocina gallega, con varias elaboraciones de mejillones en su restaurante Do Mercado en Vilagarcía de Arousa. / Iñaki Abella

El mejillón gallego puede presumir de muchas cosas, entre otras, de ser el primer fruto marino de la Unión Europea en conseguir la Denominación de Origen Protegida (DOP). Es el marisco más internacional de la tierra, cuyo paladar ya apreciaban en la corte de los Austrias en el siglo XVIII. Fue en esa centuria cuando empezó su cultivo, que siguió desarrollándose con el tiempo. En 1945 se fondeó en la Ría de Arousa la primera batea, que hoy se han convertido en más de tres mil. Y más de setenta años después el bivalvo es una seña de identidad de Galicia en los cinco continentes.

El ilustrado José Cornide Saavedra ya decía del molusco que "su carne después de la de la ostra es la mejor". Cuentan las crónicas que en 1869 en Carril los mariscadores convertían en mejilloneras los antiguos viveros de ostras. Durante las primeras décadas del siglo XX se intensifican los intentos de lograr un cultivo estable en cercados o estacas pero no es hasta los años cuarenta cuando se inicia el gran desarrollo de la miticultura gallega.

El bivalvo autóctono con denominación de origen tiene una característica forma de hacha, puntiaguda y gruesa en el extremo anterior y larga y afilada en el posterior. Su concha está formada por dos piezas iguales con una capa color negro azulado en su exterior. Por dentro el manto tiene un color crema anaranjado muy diferente de mejillones provenientes de otras zonas de producción.

El mejillón es rico en proteínas, vitaminas y sales minerales, por lo que es un alimento ideal en todo tipo de dietas. Los romanos ya los consumían, y no faltan nunca en las fiestas o al salir de tapas. Acompañan pescados, arroces, empanadas o pastas y pueden degustarse al vapor, en vinagreta, en salpicón? aunque, dado su potente sabor a mar, una de las más apetitosas formas de disfrutarlos es también la más simple. Como decía Álvaro Cunqueiro: "La mejor manera de cocerlos es al vapor, o en agua hirviendo en una olla, pero poca agua, que el mejillón se haga en la que suelta".Habituales en las cartas de los restaurantes, existen numerosos establecimientos donde saborearlos bajo diferentes presentaciones. En As Garzas (Malpica), pueden saborearse en escabeche, lo mismo que en Casa Román en Pontevedra. Yayo Daporta los propone de diferentes fórmulas, como en tempura sobre crujiente de arroz y algas. También Sergio Punín desde su local Do Mercado en Vilagarcía. Son solo algunas de las muchas posibilidades.

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