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MÚSICA

Alejo Stivel: "El rocanrol es como el bótox"

Alejo Stivel y Ariel Rot.// R. G.

Alejo Stivel y Ariel Rot ya reunieron a Tequila en 2008 para dar algunos conciertos de "revival", pero esa fue la única concesión que han hecho a los fans desde que se separaron en 1982. Sin embargo, gracias a Hyundai Music Park, los argentinos se han echado de nuevo a la carretera. Aunque tan solo quedan ellos de la formación original -Julián Infante (guitarra) y Manolo Iglesias (batería) fallecieron-, Rot y Stivel han reunido una nueva banda para revivir el espíritu de un grupo, que cambió los parámetros del rock español a finales de los años setenta y fue la bisagra imprescindible para recibir la década de los ochenta. Ahora la máquina del tiempo les ha devuelto a los escenarios 35 años después, aunque no parece que el tiempo haya pasado para sus canciones. Tras una minigira de conciertos que, por cierto, tendrá continuación a lo largo de este verano, charlamos con Alejo Stivel.

-¿Cómo te sientes al volver a salir de gira con viejos compañeros?

-Muy contento y con mucha ilusión. Siempre es un placer hacer lo que a uno más le gusta, que es tocar rocanrol con los amigos y subirse a los escenarios de diferentes ciudades para llevarle a la gente nuestra música. La verdad, no se me ocurre mejor plan.

-¿Estabais tú y Ariel Rot en contacto todo este tiempo?

-Sí, sí. No es que nos veamos todos los días, pero tenemos una especie de rutina esporádica de encuentros.

-Habéis resucitado aquella canción, Que el tiempo no te cambie , con la que volvisteis. ¿Se es rocanrol si se tiene actitud? ¿Es el mito de la eterna juventud?

-El rocanrol es como una especie de bótox: te estira las arrugas del alma, te hace sentir joven. Cuando voy a un concierto de un grupo que me gusta, que vengo oyendo toda la vida, es como si todos jugáramos a que el tiempo se congeló y a que somos atemporales. Los achaques se disimulan. Lo he visto con artistas que me gustan mucho: los he visto en el camerino, de cerca, y parecen mayores, y luego salen al escenario y es como si se dieran una inyección de algún tipo de rejuvenecedor.

-El tiempo solo os ha cambiado externamente. ¿Qué tal suenan Tequila en 2017?

-Bueno, nos ha cambiado... El cambio no solo es de cutis -y de cuero cabelludo en mi caso-, pero yo me encuentro muy bien, y tenemos mucha energía y el show es súper poderoso; quizás más poderoso que en la primera época. En aquellos años era muy adrenalínico y espídico; una energía sin pulir, típica de la adolescencia. Ahora tiene el encanto de un vino más reposado, de algo más madurado, pero no por eso falto de energía. Realmente empezamos a ensayar hace poco y la cosa va que asusta, suena espectacular.

-¿Os hicieron esta vez una buena oferta para volver?

-Ha habido ofertas para volver realmente fabulosas todos estos años;?ofertas que no aceptamos porque una buena oferta económica no es suficiente -aunque obviamente es importante-. La otra vez que nos juntamos, por ejemplo, no había ninguna oferta. Si no hubiese sido el momento para reencontrarnos y salir otra vez a tocar, hubiésemos dicho que no. Por más que la oferta sea interesante, se tiene que dar en el momento oportuno.

-Has retrasado tu disco en solitario, no sé si por la gira de Tequila.

-Sí. Me parecía que era superponer dos cosas, que no valía la pena y me iba a obligar a tener la energía repartida y la cabeza en dos lugares, y así no iba a poder disfrutar. Mejor una cosa cada vez. Ahora me centro en la gira de Tequila, aunque sale ahora Yo era un animal, que será el nuevo single del disco y que da título a mi álbum. Después, en septiembre, ya me centraré en él.

-Una reunión como esta seguro que evoca recuerdos. Musicalmente, ¿cómo recuerdas aquellos primeros años de Tequila? ¿Todo más rápido y explosivo?

-Evidentemente, si tienes 18 años no es lo mismo que si tienes 50 y pico. Antes no era fácil dosificar la energía. Uno no sabía, no había aprendido. Yo me subía al escenario y era, éramos todos, una especie de catarata difícil de controlar. Ahora los años nos han dado sabiduría -espero que quede bien llamarlo así- y vemos que podemos dosificar más nuestra entrega.

-¿Cómo ves que canciones compuestas hace 20 años o más siguen teniendo vigencia tanto tiempo después?

-Como un milagro. Si a mí cuando estábamos en nuestra habitación de adolescentes me hubiesen dicho que estas canciones iban seguir sonando décadas después en los bares, en las radios y las van a seguir tocando en vivo gente que va a nacer veinte años después, me hubiese parecido un libro de Isaac Asimov, de ciencia ficción.

-¿Algún entrenamiento físico o mental para volver a subirse a un escenario? ¿Todavía hay eso que llaman miedo escénico?

-No. Por suerte eso ya es una cosa superada. Otra cosa es, obviamente, sentir nervios. La noche anterior al concierto tienes un picor en la boca del estómago, y antes de salir te invade una sensación de inquietud muy fuerte; pero eso es algo bueno para el show. Si uno saliera tranquilo sería que hay algo de lo cual no estás siendo muy consciente.

-La gira ha empezado con tres conciertos consecutivos ¿Está previsto que se extienda esta vuelta?

-Si van surgiendo cosas? Tenemos ganas de dar unas vueltitas por ahí. Ya iremos viendo cómo se va desarrollando la cosa; no nos cerramos.

-¿Hay proyectos de canciones nuevas, planes de grabar disco?

-No, porque yo, por ejemplo, estoy sacando un disco y con eso tengo bastante trabajo en vista hacia delante.

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