Concitar las alabanzas de público y crítica tiene mucho mérito, pero quizás la prueba más evidente del potencial que se percibe en una película sea que en Estados Unidos estén preparándose ya para copiarla con Jack Nicholson con protagonista.
Más allá de que el resultado pueda estar a la altura de este maravilloso original, de entrada es innecesario fotocopiar un proyecto genuino y vital, cualidades todas ellas que reúne, y con creces, la película de la realizadora alemana Maren Ade.
Que "Toni Erdmann" sea la gran triunfadora de los premios de Cine Europeo en un momento de descomposición de Europa y de sus valores, en general de Occidente, es significativo. Otra vez la comedia es refugio, a la vez que advertencia, contra la deshumanización. Recárguese las pilas y sonría.