Además del lanzamiento de la PS4 y la nueva Xbox, este año el mercado de los videojuegos tendrá el aliciente de la aparición de máquinas que se desmarcan de las consolas tradicionales y proponen nuevos modelos. Ouya, Steam Box y Project Shield son tres ejemplos de estos gadgets alternativos con detalles próximos al universo de los videojuegos para smartphones y tabletas.

Con estas consolas distintas desaparecen los juegos con soporte físico, al mismo tiempo que tanto las máquinas como los contenidos se orientan hacia el gran público y la industria se abre a los desarrolladores independientes.

Ouya, creada a partir de financiación popular y equipada con sistema operativo Android, tendrá un catálogo de quinientos títulos -muchos de ellos serán gratuitos en el formato básico y tendrán complementos de pago- que se descargarán de internet y se visualizarán en el televisor.

Steam Box , una mezcla de consola y miniPC, también se conectará al televisor y descargará los juegos. Tendrá diversos fabricantes, entre ellos Xi3, y su gran impulsor es Steam, una plataforma digital de distribución de juegos que ya cuenta con 40 millones de usuarios.

Project Shield, por su parte, será una máquina portátil, con pantalla de 4 pulgadas, chip gráfico Nvidia Tegra, wi-fi y sistema operativo Android. Su objetivo es sacar el máximo rendimiento de los juegos para móvil y tableta.