Tomarse algo mientras te acaban de imprimir en tres dimensiones (3D) una corona de un personaje de Juego de Tronos, un medidor de pasta con reminiscencias de la serie u otro souvenir. Es la realidad que llega, que ya está aquí, en Galicia. Desde mañana sábado, se podrá vivir la experiencia en la Cafetería Sifón, ubicada en los bajos del Colegio Oficial de Arquitectos, radicado en Vigo, a escasos metros del Sireno y el Dinoseto.

Los artífices son los responsables de la que ya es considerada la primera FabLab de Galicia, un espacio compartido entre cooperativistas accesible al público para uso y formación libre mediante cursos en nuevas herramientas tales como impresoras 3D, cortadoras láser o "cnc routers", esta última, una máquina cortadora que sigue planos y órdenes desde un ordenador.

En mente, crear una red, un círculo de makers, gente que fabrique las cosas que precise y, de paso, que abra las puertas a una posible revolución que otros países o zonas ya llevan planteando desde hace diez años.

"Son nuevas herramientas de tecnología avanzada que ahora son más accesibles. El objetivo de la FabLab es que todo el mundo sea consciente de que puede acceder a ellas y construir cualquier cosa. Será como si las ciudades vuelven a ser lo que eran antes, los burgos, cuando producían en sí mismas sin depender tanto del exterior. De ahí, que el concepto de comercio global vaya a cambiar". Quien habla es Iván Martínez, uno de los impulsores de la FabLab de Vigo junto a Anselmo Crespo y Marco Durán, ubicada en el espacio Forma Coworking (Gran Vía, 96), que pretende crear una red gallega de estos servicios en diferentes urbes.

En estos días, ya están impartiendo un curso de fabricación de impresora 3D que, seguramente, volverán a ofrecer en septiembre cuando se inaugure oficialmente el FabLab con la llegada del resto de máquinas pendientes.

Marco Durán aprendió las bases del FabLab en Londres donde entró en contacto con la comunidad de creativos, Makerversity, una especie de coworking de profesionales.

Los tres jóvenes están ya tejiendo conexiones con FabLabs del extranjero: "Nuestra idea es promocionar una especie de miniErasmus FabLab para que haya un intercambio, que gente de fuera venga aquí a trabajar en proyectos aquí y que gente de aquí marche a Italia u otros lugares".