El verano no sienta nada bien a nuestros dispositivos móviles. 7 de cada 10 averías que se producen en 'smartphones' y 'tablets' durante el verano vienen dadas por calentamiento, humedad y descuidos y, dentro de la época estival, agosto es el mes en el que se concentran la mayoría de las mismas.

En verano los móviles sufren, y no sólo por el aumento de las temperaturas; al estar en familia, son más susceptibles de que los más pequeños de la casa los utilicen para reproducir sus vídeos y por lo tanto corren más riesgo de caídas. Por este motivo queremos dar unos consejos para el cuidado de estos dispositivos.

No se debe utilizar el 'smartphone' o 'tablet' con las manos mojadas. Es común descolgar una llamada recién salidos de darnos un baño, con las manos y los brazos empapados. Este simple hecho puede hacer que se cuele algo de agua, aunque sea imperceptible, en el interior del móvil, lo que provoca fallos en su funcionamiento a corto o medio plazo.

6 de cada 10 averías que se arreglan tras el verano vienen precedidas de este tipo de accidentes,. Ya sea agua de la piscina o del mar, el peligro es elevado. Además, el agua del mar lleva sal, que hace que los daños provocados sean mayores.

Guardar los dispositivos en la guantera del coche o en la bolsa de la playa al sol también es altamente dañino para los terminales. Aunque éstos vienen preparados para el lanzar mensajes de advertencia ante temperaturas extremas, pasar mucho tiempo al sol puede hacer que los 'smartphones' y 'tablets' sufran daños a medio plazo.

Para prevenirlo se recomienda apagarlos si vamos a tener una exposición prolongada al sol, así como usar fundas preparadas para estos lugares que protegen del sol y del calor. 1 de cada 10 averías que se atienden después de las vacaciones de verano provienen de estas situaciones.

La arena de la playa es el segundo gran enemigo de los dispositivos móviles, y no sólo porque pueden rayar la superficie de las pantallas táctiles, sino porque pueden afectar negativamente a sus componentes interiores y provocar fallos. De hecho en este sentido 3 de cada 10 averías vienen dadas por la arena.

Aunque parezca muy evidente, los descuidos son el tercer gran enemigo de los dispositivos electrónicos durante el verano. Bañarse con el smartphone en el bolsillo sin darse cuenta es más común de lo que a priori pueda parecer. Alrededor de un tercio de las reparaciones que se producen es por humedad como consecuencia de bañarse con el móvil.

Por otro lado, el ansía por querer capturar fotografías en el agua, compartirlas en la playa o reproducir música mientras se toma el sol hace que se multiplique el riesgo de dañar los dispositivos. Se recomienda usar siempre fundas y protectores para evitar disgustos que nos pueden suponer un coste adicional a nuestras vacaciones.