Los teléfonos inteligentes siguen devorando el mercado de las cámaras compactas. Y lo hacen porque resultan prácticos -el móvil está siempre a punto en el bolsillo- y porque cada vez suman más argumentos técnicos: alta resolución, mejores lentes, introducción de nuevos sistemas, el universo de las aplicaciones, etcétera. Las altas prestaciones del Nokia 808 Pure View, la Dual Camera de los nuevos smartphones de Samsung y LG o los ultrapíxeles que propone HTC confirman que no dan tregua a las compactas.
Móviles con cámaras de sobresaliente
El Nokia 808 Pure View, con óptica Carl Zeiss, tiene un sensor de 41 megapíxeles y, además de fotos, graba vídeo con resolución Full HD incluso a 30 fotogramas por segundo. Son palabras mayores. Dos nuevos terminales, el LG Optimus G Pro y el Samsung Galaxy S4, tienen prestaciones de imagen muy interesantes: ambos incluyen un sistema Dual Camera, con lente principal de 13 megapíxeles y otra secundaria, de menos resolución, que enfoca al usuario.
La cámara principal en estos dos teléfonos es equiparable a la de muchas compactas y cubre, con creces, las necesidades de la mayoría de los usuarios en foto y vídeo. Y como extra curioso está, en ambos, la posibilidad de superponer las imágenes obtenidas por la cámara anterior y la posterior. HTC, por su parte, desafía el número de píxeles como referente de definición y propone los ultrapíxeles, que utilizan sensores más grandes y de menos píxeles, pero que captan mejor la luz y los detalles. Uno de los terminales con esta tecnología es el HTC One.
