Cuando piensas en cómo será el futuro y de qué manera estará presente la tecnología en nuestras vidas, uno no puede dejar de pensar en coches inteligentes que se conducen solos, inteligencia artificial que controla edificios y superficies táctiles por doquier que albergan en su interior potentes ordenadores.

Hasta aquí lo normal. Todos más o menos nos imaginos lo mismo. Más aún tras haber visto el futuro en películas como 'Yo Robot' o 'Minority Report'. Pero lo sorprendente es que gran parte de esa imaginaria tecnología ya existe. Y no solo existe, sino que funciona de maravilla.

Así lo ha demostrado Intel en un evento en Barcelona, en el que se celebraban además los 10 años de su centro de investigación en España. Durante dos días hemos podido sorprendernos con la maravillosa tecnología que la norteamericana tiene en el desván de sus laboratorios.

Y es que está muy bien hablar de dispositivos, móviles y gadgets varios, pero lo sorprendente es ver coches que se conducen solos, que llevan una caja negra que registra el comportamiento del vehículo en caso de accidente o que utiliza unos faros inteligentes que son capaces de eliminar el efecto pantalla que la lluvia provoca cuando onducimos.

El futuro que ya es presente nos ofrece una interacción total como no habíamos soñado jamás con personas que se encuentran lejos de nosotros. Dispositivos capaces de escanear en 3D cualquier figura -o persona- para luego poderla imprimir también en 3D amiles de kilómetros de distancia. ¿Se imaginan la sensación de unos abuelos al ver una impresión en 3D de la cara de su nieto recién nacido en otro contintente?

El ya existente futuro nos brinda ciudades inteligentes que analizan la polución del ambiente y que son capaces de avisar a sus habitantes con problemas respiratorios de qué zonas deben evitar. Hablamos de ciudades conectadas que nos informarán de qué vecinos van a hacer el mismo trayecto en coche que nosotros para permitirnos ir juntos.

Ciudades que nos avisan en tiempo real a través de nuestromóvil o de la pantalla táctil del coche sobre atascos, obras o accidentes, y que regulan los semáforos en función de la densidad que hay en cada calle, en cada esquina. En el futuro que tenemos aquí mismo, la seguridad informática no volverá a ser un problema, ya que las claves estarán siempre protegidas en microchips ocultos en móviles, tabletas y ordenadores imposibles de hackear.

Toda esta tecnología -y mucho más- ya existe, funciona y la tendremos a nuestro alrededor antes de lo que uno tarda en decir: “¿Futuro?"

Cualquier superficie puede servir para controlar un ordenador, desde una paredde casa a una ensaladera.

Todos los ordenadores se podrán controlar desde cualquier superficie.

Escáner en 3D de objetos y personas.

Un medidor de glucosa infantil que junto a un videojuego permite que el propio niño controle su enfermedad.

La ciudad estará monitorizada y nos mostrará en nuestra tableta o smartphone el nivel de polución, obras, etc.