La televisión, el ordenador, las tabletas y el teléfono móvil acaparan la atención de niños, jóvenes y adultos durante horas provocando en muchos casos el síntoma del ojo seco, una molestia que en la mayoría de los casos no requiere tratamiento pero que en otros puede derivar en problemas oftalmológicos que permanecían latentes. El problema, remarcan los oftalmólogos, no está en el brillo de las pantallas sino en la importante disminución del parpadeo que se produce cuando fijamos la atención en los dispositivos audiovisuales.
"Tras cinco o seis horas delante de un ordenador o de una pantalla el ojo acaba seco por falta de parpadeo pero no por el brillo de la pantalla aunque no es un problema ocular cuando tras alejar la vista de la pantalla la sensación de molestia desaparece", remarca el presidente de la Sociedad Gallega de Oftalmología, Ramón Lorente.
Así, insiste en la importancia de "recordar" que hay que mantener el parpadeo y diferencia claramente esta molestia del síndrome de ojo seco, que afecta a mujeres postmenopáusicas pero también a usuarios de lentes de contacto, entre otros. En estos casos, el oftalmólogo también subraya que el aumento de los síndromes de ojo seco se debe también a la mayor presencia de entornos con aire acondicionado y calefacción. "El del ojo seco es un mundo muy complejo pero por fortuna ha aumentado también el abanico de pruebas diagnósticas que podemos realizar para determinar la escasez de lágrimas pero también la calidad de éstas", matiza. Así, existen distintos procesos inflamatorios que dañan al ojo y en función de éstos los tratamientos "son totalmente distintos". De hecho, la proliferación de este tipo de dolencias ha traído consigo un incremento de la variedad de lágrimas artificiales, un producto que permite aliviar las molestias mientras que el problema, que a veces reduce por completo la visión, se trata con antibióticos.
Por su parte, la oftalmóloga Marta López coincide en que el síndrome de ojo seco afecta especialmente a mujeres tras la menopausia que tienen tratamiento con antidepresivos y también en mayores con glaucoma, por ejemplo.
Problemas tras los incendios
Subraya en que a la semana siguiente de los incendios del 15 de octubre acudió a las consultas de oftalmología con los ojos irritados a causa del humo y al respecto de los problemas en la vista causados por el uso de dispositivos electrónicos insiste, como el doctor Lorente, en la importancia del parpadeo. "Vienen a la consulta pero hay que dejar claro que ni la pantalla ni el monitor producen esa molestia que se debe a la reducción de la frecuencia del parpadeo que ocurre cuando fijamos la atención, en otros casos el brillo lo que produce es vista cansada pero no seca el ojo", explica. Algunos de esos casos requieren tratamiento con lágrimas artificiales, sobre todo cuando en el entorno hay aire acondicionado.
Al respecto de este producto farmacéutico, la doctora López lamentó que se hubiese retirado de la lista de medicamentos financiados por la Seguridad Social con la única excepción de los afectados por el síndrome de Sjögren, un trastorno autoinmunitario en el cual se destruyen las glándulas que producen las lágrimas y la saliva. El resto de las dolencias, "algunas muy graves", no cuentan con ayuda en la compra de estos medicamentos cuyo precio, además, es libre por lo que una caja de lágrimas monodosis puede alcanzar hasta 20 euros.
Por este motivo, y porque "la mayoría de los pacientes son pensionistas", la oftalmóloga considera que las autoridades deberían replantearse la inclusión de éstas en la lista de productos subvencionados.
Ramón Lorente - Oftalmólogo
"Ahora podemos determinar la escasez de lágrimas, pero también su calidad"
Marta López - Oftalmóloga
"Las lágrimas deberían estar en la lista de productos financiados"
