Media hora es suficiente para analizar una bacteria y determinar su resistencia a ciertos antibióticos, lo que permite que el paciente inicie lo antes posible un tratamiento eficaz. Este es el logro que ha conseguido un equipo del Hospital Universitario de A Coruña que ha diseñado un test que, en 30 minutos, permite conocer la resistencia de las bacterias a un tipo de fármacos. Este método, que está todavía en fase de implantación, reduce los tiempos para identificar el medicamento más adecuado ya que el método convencional obliga a esperar hasta 24 horas para conocer la resistencia de una bacteria.

"Con este tipo de bacterias cuanto antes ajustemos el tratamiento, mejor", sostiene la investigadora Marina Oviaño, al frente de este proyecto que acaba de ser premiado por el Hospital Universitario Miguel Servet de Zaragoza.

La resistencia de algunas bacterias a los antibióticos trae de cabeza a las autoridades sanitarias de todo el mundo. Cada año fallecen unas 700.000 personas debido a infecciones causadas por bacterias resistentes, una cifra que se prevé vaya en aumento y por ello, en febrero, la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó un listado con las doce bacterias más peligrosas y para las que es preciso diseñar nuevos antibióticos ya que no responden a los convencionales.

A la rapidez en determinar la resistencia o no de una bacteria al antibiótico -con este test se tarda sólo 30 minutos- se une que es un método "versátil y muy barato", añadió Oviaño.