Investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), la Universidad Complutense de Madrid y la Universidad Autónoma de Barcelona han desarrollado una molécula que detiene el desarrollo del Alzheimery mejora los síntomas cognitivos en ratones modificados genéticamente.

Las características de esta nueva molécula, denominada ASS234, sugieren su uso para tratar el deterioro cognitivo y la neurodegeneración que subyace en el Alzheimer. No obstante, solo es un primer paso dentro de una larga investigación, ya que por el momento su estudio se ha realizado en ratones transgénicos portadores de genes humanos tratados para causar la enfermedad.

"El efecto de esta nueva molécula se debe por un lado a que bloquea la agregación o depósito en el cerebro de la proteína tóxica amiloidea, implicada en enfermedad de Alzheimer, y por otro, a que estimula la transmisión colinérgica y monoaminérgica, lo que mejora notablemente los síntomas cognitivos de la enfermedad", explica Ricardo Martínez Murillo, investigador del CSIC en el Instituto Cajal, en Madrid.

La nueva molécula ASS234, patentada y desarrollada por los investigadores del CSIC y la UAB, está diseñada como un híbrido de dos moléculas conocidas. Una es la donepezil ('Aricept'), que se utiliza actualmente para tratar los déficits cognitivos del Alzheimer, y la otra es un inhibidor de la enzima monoaminooxidasa tipo B. Esta enzima se encuentra activada en pacientes de Alzheimer generando estrés oxidativo.

El estudio, ha sido publicado en la revista Journal of Psychiatry and Neuroscience, evaluó la reducción de la carga de placa amiloide y gliosis en la corteza y el hipocampo.

Casos sin diagnosticar

En una enfermedad sin cura como el alzhéimer, la prioridad de los neurólogos es el diagnóstico precoz que permita actuaciones preventivas para mejorar el curso de esta patología, sin embargo, en España, el 80 % de los casos leves no ha sido aún detectado.

Así lo ha destacado el vocal del grupo de Conducta y Demencias de la Sociedad Española de Neurología (SEN), Alberto Villarejo, con motivo de la celebración hoy del Día Mundial de la Enfermedad de Alzheimer, una dolencia neurodegenerativa que afecta en España a unas 800.000 personas.

"Ahora mismo el concepto de diagnóstico precoz es importante por las actuaciones preventivas, ya que al no haber tratamientos que modifiquen el curso de la enfermedad, hay que tener en cuenta otros aspectos que hagan que su evolución sea mejor", ha afirmado.

Entre ellos, este neurólogo ha destacado la importancia de adoptar estilos de vida "protectores", como el ejercicio físico, que ralentiza la evolución, la dieta o el control de los riesgos cardiovasculares. En este sentido, Villarejo ha aludido a estudios epidemiológicos a nivel europeo que han comparado la frecuencia de demencia en los años 80-90 y en la actualidad y han demostrado una reducción en la incidencia de la enfermedad.

Así, aunque el número global de casos ha crecido -porque hay más personas mayores gracias al aumento de la esperanza de vida- por cada segmento de edad la incidencia baja ligeramente.

"Es poca cosa, pero desde el punto de vista de salud pública es importante, ya que no es lo mismo desarrollar una demencia con 75 años que hacerlo con 80", ha destacado Villajero, para quien, si se consolidara esa media de edad, sería "un avance enorme".

El motivo de este descenso está en el control de factores de riesgo cardiovascular, el mejor nivel educativo de la población y los hábitos de vida más saludables. Así lo demuestra -ha explicado- un estudio de intervención realizado en Finlandia entre personas con riesgo de demencia con las que se llevó a cabo un programa de ejercicio físico, estimulación cognitiva y de control de la tensión y la diabetes y cuyos resultados muestran datos beneficiosos.

Encontrar un biomarcador que permita diagnosticar el alzhéimer en la juventud, muchos años antes de que comiencen los fallos de memoria, es el objetivo de los investigadores vigueses Carlos Spuch y Miguel Correa. El primero, biólogo, lleva desde hace diez años trabajando en esta dirección, primero en el Instituto Ramón y Cajal de Madrid, después en el prestigioso Instituto Karolinska de Estocolmo y, desde hace tres años, en el Instituto de Investigación Sanitaria Galicia Sur, ubicado ahora en el Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo.

Correa, por su parte, que dirige el Grupo de Nanotecnología de la Universidade de Vigo, desarrolló un sistema tecnológico de detección basado en nanopartículas de oro que aplica al área sanitaria por primera vez en este proyecto.