El nervio ciático es un tronco nervioso grueso constituido por la unión de las raíces nerviosas de la zona lumbar y posterior de la pierna hasta llegar a los dedos de los pies. La ciática es la irradiación del dolor por estas estructuras desde la parte baja de la espalda a largo de la pierna y el pie según en qué raíz nerviosa esté el daño o la compresión del nervio.

El origen del nervio ciático, que ejerce una función motora y sensitiva, está en las raíces vertebrales lumbares (L1, L2, L3, L4 y L5) y la primera sacra (S1) que a través de los agujeros de conjunción entre las vértebras, pasa posteriormente por la pelvis y ramificándose por la pierna hasta llegar al pie y sus dedos.

El doctor Rafael González Díaz, presidente de la Sociedad Española de Columna Vertebral (GEER), el dolor es una primera manifestación de que existe algo que nos está comprimiendo el nervio ciático y solo cuando la afectación es más importante da lugar a una pérdida de fuerza y sensibilidad.

El doctor González Díaz desvela los motivos más comunes de un dolor de ciática:

1. Hernia discal: se produce por la salida de parte del material discal (núcleo pulposo) que comprime alguna raíz nerviosa dando origen a un dolor que parte del territorio de esa raíz. Es más común en la L4 y L5 o S1. El dolor baja desde estas localizaciones por la cara lateral y posterior de la pierna hasta el tobillo o incluso los dedos del pie.

2. Estrechamiento del canal raquídeo: el motivo más común es una artrosis degenerativa asociada al envejecimiento que hace que se estreche progresivamente el canal espinal y los agujeros de conjunción entre vértebras por donde salen los nervios y que origina una pérdida de sensibilidad y adormecimiento de las piernas. El dolor y el adormecimiento bajan por la cara posterior de la pierna hasta los pies. En los casos típicos los enfermos son capaces de caminar muy pocos metros en los casos más graves y necesitan sentarse e inclinarse hacia adelante para aliviar los síntomas.

3. Degeneración de un disco vertebral: se puede deber a una hernia o no, con la edad se produce el desgaste del disco y existen personas que están predispuestas genéticamente. No tiene por qué producir síntomas. "A partir de los 50 años si todos pasáramos por una resonancia magnética esta condición sería detectable en un 50% de la población general", aclara el doctor. A los motivos constitucionales y el desgaste natural de la edad pueden unirse otras causas como los microtraumatismos de repetición por la práctica deportiva o el trabajo repetitivo.

4. Espondilolistesis: es una desviación de una vértebra sobre otra por un defecto o 'fractura' en una parte de las vértebras o por un proceso degenerativo o de otro tipo en las vértebras que hace que se deslice una vértebra sobre otra aprisionando e irritando el nervio ciático.

5. Síndrome del piramidal: es un músculo de la zona de la cadera que por caídas, traumatismos o 'culadas' produce que el nervio ciático se engrose e irrite a su paso por la cadera y el dolor baja por la parte posterior de la pierna y simula una lesión de la raíz L5. El tratamiento en general es la reeducación postural y fisioterapia.6. Tumores o infecciones:

cuando se producen en el territorio de la columna vertebral se puede presentar dolor irradiado hacia la pierna. "Hay que estar mucho más atentos a estas posibles causas de gravedad aunque poco frecuentes. Síntomas como la pérdida de peso o el dolor en reposo y nocturno deben alertarnos de que algo no va bien", apunta el especialista.

Diagnóstico diferencial y signos de alarma

Sobre el diagnóstico diferencial el doctor González Díaz comenta "como decía el doctor Gregorio Marañón, el mejor arma terapéutica es la silla. Hay que preguntar y explorar al enfermo. La información clínica nos orienta hacia una causa, su origen, la zona que implica dolor, tras la adecuada anamnesis se pueden realizar pruebas complementarias para afinar el diagnóstico que pueden incluir desde una simple radiografía tradicional a una resonancia magnética".

Para el doctor, la mayoría de ciáticas se resuelven solas en tres a cuatro semanas con pocos fármacos antiinflamatorios y algo de reposo, antes de alarmarse es mejor instaurar un tratamiento suave para ver cómo evoluciona la afección. "Prescribir una resonancia sin antes dar tiempo a una evolución favorable puede llevar a crear en el paciente una mayor preocupación que a esclarecer la situación", señala el facultativo.

Sin embargo, el doctor apunta que esto siempre que no existan signos de alarma como la pérdida de fuerza o sensibilidad, el dolor nocturno o en reposo y constante, pérdida de peso o fiebre. De presentarse estos síntomas la afectación puede deberse a una hernia de gran tamaño o incluso a una infección o tumor.

Recomendaciones generales

El presidente de la GEER apunta varios aspectos clave sobre el manejo y resolución del dolor de ciática:

1. Hacer ejercicio físico para mantener un buen tono físico, lo que implica la realización de ejercicio aeróbico de forma regular.

2. Si es un dolor conocido y de repetición, la persona suele saber cómo tratarlo y regular el problema pero siempre hay que tener en cuenta que no haya signos de alarma que indiquen la necesidad de acudir al médico.

3. Si es la primera vez que se presenta y no hay signos de alarma la recomendación general de tratamiento es guardar un reposo relativo durante 48 horas y analgésicos de primera generación como paracetamol o ibuprofeno.

4. Si el tiempo pasa y el dolor no cede hay que acudir al médico para que realice un diagnóstico e instaure un tratamiento adecuado.