En la actualidad el médico ya puede estimar nuestro riesgo de ataque cardíaco en los siguientes 10 años. Para ello, los facultativos tienen en cuenta factores como los antecedentes familiares, la edad, el tabaquismo, la presión sanguínea, colesterol, azúcar en sangre, peso y cualquier síntoma existente. Claro que para conocer los riesgos cardíacos antes hay que acudir a consulta, uno de las tareas pendientes para muchos varones de mediana edad.

Estos factores de riesgo identificados de forma más directa a través de la entrevista clínica o pruebas sanguíneas generales pueden apuntar a la necesidad de pruebas complementarias como un análisis simple de proteínas en sangre o un escáner de las arterias coronarias para examinar la acumulación de calcio en las arterias.

Los especialistas de salud cardíaca de las Instituciones Médicas Johns Hopkins en Estados Unidos explican en su sitio web dirigido a pacientes las áreas clave en las que se equivocan la mayoría de los hombres y apuntan cómo se puede volver a una senda más saludable.

1. Dejar pasar la prevención

Los hombres tienden a ir al médico menos a menudo que las mujeres para sus revisiones anuales. Esto significa que son menos propensos a seguir las pruebas de rutina importantes del colesterol, la presión sanguínea y el azúcar en sangre, lo que es clave para evaluar la salud cardíaca. También son menos propensos a reportar los síntomas como el dolor en el pecho, la falta de aire y la fatiga e incluso llegar hasta el punto de ignorar los síntomas de un ataque cardíaco.

Ante esto, los facultativos americanos señalan que si no puedes recordar cuándo fue tu último examen físico, intenta hacerte uno lo antes posible. Y actúa rápido si sientes que algo no va bien.

2. Pensar que los problemas de erección sólo tienen su origen en la mente

Las dificultades para tener o mantener una erección a menudo tienen más que ver con el corazón que con la mente. La impotencia está causada principalmente por un problema de flujo sanguíneo al pene. El daño de estos vasos sanguíneos es un signo inicial de daños en los vasos sanguíneos del corazón.

La opción en estos casos es no sentirse avergonzado por ir al médico por una posible causa física de una disfunción eréctil. Tu evaluación debe incluir una evaluación de tu salud cardiaca global.

3. Pensar que se es demasiado joven para un ataque cardíaco

El clásico "tipo con un ataque cardíaco" es mayor pero no necesariamente tanto. Los hombres con un antecedente familiar de ataque cardíaco precoz, antes de los 65 años, podrían estar bajo un mayor riesgo de seguir la misma suerte incluso mucho antes, como hacia las décadas de los 30 o los 40 años. De forma global, los hombres desarrollan enfermedad de la arteria coronaria 10 años antes que las mujeres. Esto significa que tienden a tener ataques cardíacos en la década de los 60, en el caso de las mujeres de los 70 años.

Sea cual sea tu edad, comienza a hacer lo que esté a tu alcance para controlar tus factores de riesgo, sigue una dieta saludable para el corazón, haz ejercicio, practica el control del peso y no fumes.

4. Automedicarse

Las mujeres hacen esto también cuando se sienten mal como refugiarse en el alcohol, el tabaco, el trabajo o los atracones frente a la televisión. Sin embargo, algunos hombres en ocasiones hacen todo esto para enmascarar la depresión, una condición física que se ha vinculado con la enfermedad cardiaca y además los hombres son menos propensos a acudir por este motivo al médico.

Si es tu caso, te sientes triste o sin esperanzas, o sufres cambios en la forma en la que comes o duermes, demasiado o demasiado poco, consulta con tu médico y pide consejo.

5. Creer que no se puede hacer nada ante problemas de salud familiares

Muchos hombres adoptan esta forma fatalista de pensar sobre los antecedentes de salud cardiaca de sus padres, abuelos y otros parientes. Aunque es verdad que es uno de los factores de riesgo que no puedes cambiar, junto con la edad y el género, se puede hacer bastante para reducir las posibilidades de un episodio cardíaco a través de cambios en el estilo de vida y los medicamentos.

Acude a la consulta del médico con los antecedentes familiares, evalúa tu riesgo con pruebas y pregunta sobre las tácticas de prevención que funcionan, lo que significa que lo más importante es pedir cita lo antes posible para realizar ese chequeo de la salud cardiaca pendiente.