La onicofagia, la costumbre de comerse las uñas, suele comenzar en la infancia y continuar a lo largo de la vida adulta, los efectos secundarios pueden ser algo más que estéticos y derivar en lesiones irreversibles en el nacimiento de la uña.

"Comerse las uñas de forma crónica puede ser un problema grave. Además de dañar la piel que rodea las uñas, hacerlo de forma repetida puede dañar el tejido donde se origina el crecimiento, dando lugar a uñas con un aspecto anómalo", señala en la web de la Asociación Americana de Dermatología la dermatóloga Margaret E. Parsons. La doctora Parsons, profesora clínica asociada de Dermatología de la Universidad de California en Davis (Estados Unidos), incide en que morderse las uñas también puede predisponer a la infección a medida que bacterias dañinas y virus pasan de la boca a los dedos y de las uñas a la cara y la boca.

Para ayudar a los pacientes a dejar el hábito, la dermatóloga americana propone desde el sitio en Internet de la sociedad científica estadounidense los siguientes consejos:

1. Mantén tus uñas cortas: si tienes menos uñas tienes menos que morder y menos tentaciones.

2. Aplicar esmalte de uñas con sabor amargo: existen a la venta sin prescripción, es seguro y hay personas a las que su uso disuade de comerse las uñas.

3. Acude a hacerte la manicura de forma habitual: gastar dinero en tus uñas para que luzcan bien puede hacer que te plantees si estropearlas o no al morderlas. Además, también puedes cubrir tus uñas con celo, pegatinas o cubrirlas con guantes para evitar morderlas.

4. Reemplaza el hábito de morder las uñas con un buen hábito: cuando sientas la necesidad de morder las uñas, prueba con una pelota antiestrés o cualquier accesorio que ejercite tus manos y las mantenga ocupadas.

5. Identifica tus estresores: podría tratarse de desencadenantes físicos, como la presencia de padrastros, o emocionales como el estrés, la ansiedad o el aburrimiento. Al descubrir las causas para morderte las uñas puedes idear cómo evitar estas situaciones y desarrollar un plan para detener el hábito. Además, saber cuándo estás más predispuesto a morderte las uñas podría ayudar a solucionar el problema.

6. Intenta dejar de hacerlo de forma gradual: algunos médicos recomiendan un método progresivo para dejar este hábito perjudicial. Intenta dejar de morder varias uñas como el dedo gordo primero.

Cuando lo consigas, deja en paz tu dedo pequeño, el índice o incluso todos los dedos de una mano.

El objetivo es llegar a conseguir no morder ninguna uña en absoluto.