La Fundación del Instituto de Microcirugía Ocular (IMO) y las ópticas y las farmacias de Barcelona han lanzado una campaña para informar sobre el glaucoma, una enfermedad que no está diagnosticada en la mitad de los pacientes que la sufren y que es la primera causa de ceguera en el mundo.

Con motivo de la celebración de la Semana Mundial del Glaucoma, del 10 al 16 de marzo, el IMO ha impulsado por segundo año consecutivo la campaña "Rompe el cerco a la visión. Lucha contra el glaucoma", con el fin de promover la prevención de esta enfermedad.

La campaña incluye pruebas gratuitas de detección precoz de la enfermedad entre población de riesgo no diagnosticada, que se realizarán del 11 al 15 de marzo en la Unidad de Diagnóstico Precoz del Instituto de Microcirugía Ocular de Barcelona.

La campaña ha incluido el reparto de material informativo sobre el glaucoma en farmacias y ópticas de Barcelona, gracias a un acuerdo con la Asociación de Farmacias de Barcelona y el Colegio Oficial de Ópticos y Optometristas de Cataluña.

La Fundación IMO considera que la colaboración de otros colectivos relacionados con la salud es clave para dar una primera voz de alerta e incentivar la prevención y el diagnóstico precoz entre la población de riesgo.

El acuerdo con farmacias y ópticas incluye una sesión informativa para el colectivo sanitario con el título "Objetivo: diagnosticar al 50 % de los pacientes que tienen glaucoma y no lo saben".

Según el IMO, generalmente el glaucoma avanza sin ofrecer síntomas, por lo que las personas van perdiendo visión periférica de una forma lenta y progresiva y no suelen ser conscientes hasta que han perdido cerca del 80% del campo de visión.

Se estima que la mitad de los pacientes con esta patología no saben que tienen glaucoma, una enfermedad que provoca un daño progresivo en el nervio óptico, la parte del ojo que envía las imágenes al cerebro.

Actualmente, el glaucoma, que afecta a un millón de personas en España, es la primera causa de ceguera irreversible en el mundo, donde hay cerca de 60 millones de personas con la enfermedad.

Los tratamientos actuales -fármacos, láser o diferentes tipos de cirugía (trabeculectomía, esclerectomía profunda no perforante o válvulas)- consiguen reducir la presión ocular y frenan el avance de la enfermedad, pero no permiten recuperar la visión perdida.

Por ello, los especialistas consideran importante diagnosticar la patología en fases iniciales, lo que se puede hacer mediante controles oculares sencillos e indoloros.

La Fundación IMO recomienda que toda la población se someta a revisiones oculares de forma bianual a partir de los 40 años y anualmente en los casos de riesgo: personas con antecedentes familiares directos de glaucoma, con alta miopía u otros problemas graves de visión, mayores de 65 años, así como las personas de raza negra o asiática.