El Registro Alemán de Donantes de Médula Ósea (DKMS, según sus siglas en alemán), vetado por Sanidad por recabar muestras biológicas en España sin autorización, ha suplicado hoy a la nueva ministra de Sanidad, Igualdad y Servicios Sociales, Ana Mato, que no "luche" contra ellos "sino contra la leucemia".

El fundador de esta entidad, Gerhard Ehninger, ha manifestado, en una rueda de prensa, que su único objetivo es "ayudar" a los pacientes españoles ampliando el registro de donantes, al darles mayores posibilidades de encontrar a alguien compatible y, todo ello, "sin ánimo de lucro".

La fundación alemana ha presentado un recurso contencioso administrativo contra la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), por entender que está interfiriendo en su labor y dañando su imagen, al sostener que su actividad es "ilegal".

DKMS ha expresado su voluntad de colaborar con las autoridades sanitarias españolas, enviando una carta a la ministra, a fin de poder llevar a cabo su labor en este país "con total normalidad y ofrecer una esperanza de supervivencia al mayor número posible de pacientes de leucemia".

"La Fundación DKMS España se ha constituido para dar respuesta a una realidad que se produce en este país: la falta de médula ósea", ha dicho Ehninger, quien ha aportado datos que así lo corroboran.

En 2010 se encontraron donantes para únicamente 477 de las 768 solicitudes registradas en España, de las que, además, 124 provinieron de personas inscritas en el registro alemán.

"Por favor ministra, no permita que cientos de pacientes mueran cada año en España de leucemia", ha aseverado Stefan Winter, presidente de DKMS, quien ha pedido a la ONT que rectifique y que no promueva "leyes antivida" que impedirán salvar la vida de un 60% de los enfermos españoles que no tienen donantes compatibles.

Winter ha esgrimido que solo quieren "complementar" el Registro Español de Médula Ósea (REDMO), colaborando con la Fundación José Carreras, y se ha preguntado por qué el responsable de la ONT, Rafael Matesanz, se empeña en poner "muros de Berlín" a este avance.

La organización manifiesta que quiere aportar su experiencia de más de 20 años, en los que ha facilitado más de 29.000 trasplantes de progenitores hematopoyéticos, 663 de ellos en España.

Los responsables de la fundación han insistido en que no tienen ánimo de lucro y en que ésta que ha sido declarada de "utilidad pública" en Alemania, al contar con más de 3 millones de usuarios registrados en todo el mundo.

No obstante, han asegurado que ninguna intervención de este tipo es gratuita porque, en España, el Sistema Nacional de Salud paga actualmente al REDMO y a otras organizaciones que aportan donantes "cerca de 14.000 euros por cada trasplante".

"En ningún caso las actividades de DKMS en España tienen como objetivo conseguir beneficio económico", como se ha afirmado desde la ONT, ha explicado el fundador de esta entidad, para asegurar que si se obtienen "donaciones" se reinvertirán en beneficio de los pacientes españoles.

Ehninger ha negado que su intrusión en España implique "la privatización" del Sistema Nacional de Trasplantes, como se ha denunciado desde la ONT, porque REDMO pertenece a la Fundación José Carreras "la cual es privada sin ánimo de lucro, al igual que DKMS".

Además, según el abogado Jordi Faus, que defiende los intereses de la entidad, no existe una legislación en España que restrinja el número de registros de potenciales donantes de médula ósea.

La Fundación sostiene que no hubo ninguna irregularidad en la campaña que desató la polémica, al hacer un llamamiento en los medios de comunicación para buscar un donante para Hugo Pérez, de Avilés (Asturias), obteniendo muestras de saliva de unas 1.200 personas que respondieron a esta petición.

El letrado ha explicado que enviar estos bastoncillos de algodón al laboratorio alemán que lleva a cabo los análisis no requiere autorización alguna, siendo suficiente, para cumplir con lo establecido por la ley española, "una mera declaración".

La doctora Sabine Hildebrand, directora global de captación de donantes de DKMS, se ha preguntado cómo puede ocurrir que un paciente como Hugo tenga la posibilidad de recibir un trasplante y la ONT se lo esté impidiendo, supuestamente, para proteger el funcionamiento de un sistema que podría ser "más eficaz".

Aunque planeaban otra campaña en el País Vasco para salvar la vida de dos pacientes, de momento se ha paralizado porque los enfermos "están asustados" y, según Hildebrand, han sido "amenazados" con perder la cobertura sanitaria pública española.