Los hombres, y más en concreto los musulmanes, cada vez se preocupan más por su aspecto físico y acuden a cirujanos plásticos para implantarse bigotes y así aumentar su virilidad.

Puede sonar algo extraño, pero implantarse bigote se está poniendo de moda, y los hombres que lo solicitan cada vez son más. El lugar donde se están practicando más implantes de bigote es Turquía, donde los cirujanos plásticos mediante operaciones quirúrgicas implantan mostachos a los clientes que lo solicitan.

Este ya era un país en el que se realizaban numerosos implantes de pelo a todos aquellos que empezaban a tener problemas de alopecia o se quedaban calvos. Ahora, en vez de implantar pelo en la cabeza, lo hacen en el bigote.

Los principales demandantes de este servicio no son precisamente los habitantes turcos. Los que acuden a Turquía a realizarse este tipo de operaciones son miles de hombres de Oriente Medio, Asia y Europa que quieren aumentar su elegancia y su masculinidad. Para este país, está suponiendo que los ingresos en este sector suban como la espuma, y que el turismo aumente de manera notable.

Tanta fama está ganando, que las agencias de viajes ya han sacado paquetes denominados " tours de trasplante". Estos paquetes permiten combinar el tratamiento de implante de bigote con unos días de compras en Estambul o unas pequeñas vacaciones en la costa mediterránea.

La tecnología que emplean es la misma que la realizada en los implantes de pelo en la cabeza. Es una técnica de extracción de unidades foliculares con la que extraen pelos de zonas donde el cabello es tupido y se trasplantan en la zona del bigote. El procedimiento es un caprichito caro, ya que ronda los 5.000 dólares. Tardan unas 5 horas en hacer el implante y utilizan anestesia local para dormir la zona.

El doctor con más prestigio en este tipo de trasplantes, Selahattin Tulunay, ya lleva dos años realizando estos tratamientos y gracias al "boom del bigote" su situación financiera ha mejorado notablemente.