Siempre se ha dicho que el perro es el mejor amigo del hombre. Los humanos lo consideramos un miembro más de la familia. Cuentan con un sexto sentido para saber qué nos pasa, e incluso saben prever gracias a su excelente olfato, ciertas enfermedades. No son pocos los terapeutas que aconsejan y recomiendan en algunos momentos compartir la vida con un can. De hecho, la relación de los humanos con estos animales se remonte a hace más de 15.000 años.

A los perros les gusta jugar en la calle independientemente de la época en las que nos encontremos. Pero, ¿sabemos las enfermedades que puede sufrir nuestro fiel compañero, que se resfría igual que nosotros? Ahora que llega el invierno, hay que extremar la precaución con los constipados. Os contamos algunos de los síntomas y las soluciones para ayudar a nuestro perro a salir del trance.

Síntomas

Cuando note a su perro con tos, ojos llorosos o que estornuda más de lo habitual, probablemente tenga un resfriado. No hay que alarmarse en estos casos. Hay que mantener la calma y no acudir al veterinario a las primeras de cambio. Otros síntomas que pueden hacernos ver que el can no se encuentra en su mejor estado es la falta de apetito y las pocas ganas de jugar.

Como nos ocurre a los humanos, cuando los perros cuando están resfriados también tiene dificultades para respirar. La congestión y la secreción nasal son el síntoma inequívoco. También, tendremos que tener en cuenta la temperatura del perro, que en estado normal es de 38ºC y 39ºC.

Cómo tratarlo

Hay que tener en cuenta que todos los perros pasan por resfriados. No hay que alarmarse. Una vez vistos los síntomas que nos llevan a pensar que nuestro perro está resfriado, empezaremos a tomar ciertas medidas.

1) No agobiarlo, dejar que el perro esté tranquilo.

2) No obligarlo a salir a la calle si el perro no quiere,o las condiciones climatológicas no ayudan.

3) Evitar el contacto con otros perros.

4) Mantener al perro caliente la mayoría del tiempo.

5) Hidratar al perro en todo momento. En caso de que se resista, insistir

7) Alimentarlo. Aunque el perro lógicamente tenga menos apetito, debemos de insistir en que coma.

8) Si pasados unos días los síntomas siguen presentes, lo mejor será acudir al veterinario para que nos diga un diagnóstico más exhaustivo