Madrileño, de 1980, era apenas veinteañero cuando debutó como Toni Alcántara, hijo mayor de la familia televisiva más popular del país: la de 'Cuéntame cómo pasó'. Tras 16 años de vicisitudes de todo tipo, en la presente temporada está de vuelta convertido en un elegante y comprometido locutor de informativos. Pero ha sabido aprovechar las pausas del rodaje para participar en varios montajes teatrales y películas. En la última, 'Neckan', ambientada en los inicios de la dictadura, encarna a un abogado envuelto en un caso de niños robados que intuye que podría serlo él también. “La familia es esencial; nos define, nos da cariño y sensación de pertenencia. Ser madre debe de ser precioso. Llevar a un hijo en las entrañas tiende unos vínculos que los hombres no podemos ni imaginar. Pero la maternidad es muy dura: la mujer que la asume es valiente y generosa, sin duda”.

Conviene en que es “la gran diferencia”, pero no se extiende a la hora de destacar las demás “porque no son importantes y dependen del lugar en el que vivas. Una mujer occidental se puede hacer oír, pero en otras partes del mundo no puede ni abrir la boca sin permiso. En nuestro entorno las hay muy solventes, trabajadoras y luchadoras desde hace años. Capaces de estar en cuarenta cosas a la vez con una concentración y capacidad admirables. Y hay otras que no son así, pero se quejan del sexismo y la desigualdad para aprovecharlo y utilizarlo para sus intereses. Me parece que algunas tienen mucho morro”.

No comprende bien “cómo por un lado hay quejas sobre la utilización del cuerpo de la mujer como objeto sexual y luego las redes están llenas de selfies en esa línea. Y ahora nos sumamos los tíos también, con eso del culto al cuerpo y de mostrarnos, unos y otras, como trozos de carne. Ojo, la libertad es contradicción, y allá cada cual. Pero me llama la atención y me parece que vamos para atrás, que la mujer vuelve a ser considerada una especie de maniquí, vistas esas fotos que ellas mismas se hacen”.

Piensa que la serie en la que participa es un buen ejemplo de cómo ha evolucionado la mujer española “y hemos mostrado sus dificultades para acceder a la educación, para ser emprendedora, lidiar con el machismo y la multitarea, a través de mujeres de varias generaciones”.

Por último, rechaza esa idea de que hay mejores actrices que actores “porque tienen más facilidad para conectar con su mundo afectivo. A nosotros no nos permiten un estallido emocional porque a los héroes, los galanes o los villanos no les pega. Se nos pide que no lo hagamos, lo que no significa que no lo sepamos hacer”.