Apellidarse Ducruet será para él siempre un estigma, ya que las tórridas imágenes que su padre protagonizó con una bailarina practicando sexo en una piscina mientras éste todavía era pareja de la princesa Estefanía de Mónaco son difíciles de olvidar. Y quizá sea por escapar del "boom" mediático de su padre y de su madre, por lo que Louis Ducruet, el primogénito de la Princesa y que ya tiene 21 años, es un chico que ha pasado muy desapercibido entre los flashes. Pero su popularidad ha ascendido de repente, ya que ha sido considerado en la publicación 'Point de Vie' como uno de los solteros más cotizados de Europa.

El joven es un fiestero y no se pierde ni una juerga universitaria, pero de momento no se le conocer pareja estable, aunque sí que se ha dejado ver en algún partido de fútbol acompañado de una chica de la que se sabe más bien nada.

Cuando nació su llegada no sentó muy bien en el nido de los Grimaldi, ya que la familia real nunca aprobó la relación de su madre con el que era por aquel entonces su guardaespaldas, no se fiaban de él y el tiempo acabó por darles la razón. Tener un hijo afianzaba su relación que acabó yéndose al garete por los escarceos de él. A pesar de los escándalos familiares que le rodearon desde que era un bebé, Louis Ducruet ha llevado una carrera muy distinta a la siempre mediática vida de sus padres.

Se formó en los mejores colegios de Francia y Mónaco, y ahora estudia en la Escuela de Negocios de Skema, al sur del país galo. Aunque no le queda más remedio que tener que aparecer en alguno de los actos públicos familiares, él si puede se escaquea, tal y como hizo durante la boda de su tío Alberto, fue el único miembro de la familia que no salió a saludar al banco. No le apetecía, y punto.

A Louis Ducruet no le gusta tener protagonismo en la familia real pero donde no se corta ni un pelo es en la universidad, donde participa de forma activa en cualquier evento que se organice. Además trabaja como relaciones públicas en algunos de los locales más frecuentados por gente de su edad y es tan popular entre sus compañeros que hay cientos de fotos de él publicadas en las páginas de las redes sociales de los diferentes clubs de la escuela de negocios en la que se forma.

El hijo mayor de Estefanía tiene hasta un apodo, "LouLou", nombre con el que se le conoce en el ambiente universitario y que, desde luego, poco tiene que ver con el rimbombante nombre que le pusieron en su bautizo y que sí que es más propio de un miembro de la realeza: Louis Robert Paul. En el campus tiene fama de ser uno de los imprescindibles en todo sarao que se precie, y lo mismo organiza una barbacoa, que monta una fiesta improvisada. Algo tenía que heredar el chaval de sus padres.

Además de ferviente fiestero su afición es el fútbol, deporte que practica como aficionado, y ha reconocido que es seguidor del Real Madrid y fan de Higuaín, ahora en el Nápoles. También le gustan las artes marciales y suele acudir con su padre a combates benéficos que se celebran en Mónaco. Louis ha sabido dar a todos una lección de comportamiento ejemplar y mantiene una excelente relación tanto con su padre como con su madre, así como los hermanos que tiene por parte de sus dos progenitores.

Aunque a él no le gusta ni salir en la tele ni en la prensa, parece que ha decidido perdonar a su padre todos sus escándalos mediáticos, el último, la vuelta que se pegó por la televisión española acompañado de Marujita Díaz, una de las parejas más sorprendentes que ha dado la fama. El hijo mayor de Estefanía está encantado con que sea su hermana Pauline la que acapara la fama entre los hermanos, así él puede estar siempre en un segundo plano.